Corte Suprema estadounidense autoriza a Trump deportar migrantes a terceros países sin evaluación de riesgo
La Corte Suprema de Estados Unidos avaló este lunes una medida del gobierno del presidente Donald Trump que permitirá deportar a migrantes hacia países que no son los de su origen, sin necesidad de ofrecerles la oportunidad de demostrar el peligro que enfrentarían en su nuevo destino. La decisión representa una victoria clave para la política migratoria de línea dura que promueve la actual administración.
Con esta resolución, el alto tribunal anuló una orden emitida por el juez federal Brian Murphy, de Boston, que obligaba al gobierno a brindar a los migrantes una "oportunidad significativa" de argumentar que podrían ser víctimas de tortura o persecución si eran deportados a un tercer país. Dicha medida había bloqueado temporalmente los intentos del Departamento de Seguridad Nacional de intensificar las deportaciones aceleradas, especialmente hacia naciones con altos niveles de violencia o inestabilidad política.
Como es habitual en este tipo de decisiones urgentes, la Corte Suprema no motivó ni firmó la orden, lo que implica que la mayoría conservadora del tribunal respaldó al gobierno sin una exposición detallada de argumentos.
No obstante, la jueza liberal Sonia Sotomayor, acompañada por sus colegas progresistas, emitió un duro voto disidente. En su escrito, calificó la decisión como un "abuso flagrante" de la discrecionalidad judicial y advirtió sobre las graves consecuencias humanitarias.
"Aparentemente, el tribunal considera que la idea de que miles de personas sufran violencia en lugares remotos es más aceptable que la remota posibilidad de que un tribunal de distrito se haya excedido en sus facultades correctivas", escribió Sotomayor. "Ese uso de la discrecionalidad es tan incomprensible como inexcusable".
La controversia judicial se originó luego de que grupos defensores de los derechos de los migrantes interpusieran una demanda colectiva en febrero contra las medidas del gobierno federal, denunciando que los migrantes eran expulsados sin previo aviso ni oportunidad de presentar sus argumentos legales. El juez Murphy había dado la razón a los demandantes en abril y, en mayo, acusó al gobierno de violar su orden al intentar deportar a un grupo de personas —incluyendo migrantes originarios de Cuba, México, Laos y Vietnam— hacia Sudán del Sur, país considerado de alto riesgo por su situación de violencia y conflicto armado.
Tras la intervención del impartidor de justicia, los migrantes fueron retenidos en una base militar de Yibuti, desde donde serían trasladados a Sudán del Sur.
Con la decisión de la Corte Suprema, el gobierno de Trump podrá reanudar las deportaciones sin necesidad de garantizar procesos de revisión individualizados, incluso hacia países considerados peligrosos.
Organizaciones civiles expresaron su preocupación inmediata, señalando que la medida podría exponer a miles de personas a violaciones graves de derechos humanos.
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