Evo Morales acusa al gobierno de Luis Arce de planear asesinarlo
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, denunció en una reciente entrevista con EFE que el gobierno de Luis Arce tiene "cuatro planes en su contra", incluyendo un complot para asesinarlo, antes de permitirle postularse como candidato presidencial en las elecciones de 2025.
"Si no me meten a la cárcel, me inhabilitan con procesos por narcotráfico o incluso me matan", afirmó Morales al finalizar una jornada de su marcha de 25 kilómetros por carretera. El exmandatario considera que su candidatura es vista como una amenaza por el actual gobierno, ya que él es "un radical en la lucha contra la corrupción", y aseguró que, de volver a la presidencia, muchos "corruptos" de la actual gestión terminarían en prisión.
Morales, quien ha liderado el Movimiento al Socialismo (MAS) durante 27 años, encabeza actualmente una marcha de 187 kilómetros, que busca llegar a la ciudad de La Paz el próximo lunes. Bautizada como la "Marcha para salvar a Bolivia", el gobierno de Arce la ha calificado como la "Marcha de la Muerte" y la considera un intento de "golpe de Estado" contra su administración.
El expresidente reveló que ha recibido advertencias sobre planes para asesinarlo. "Efectivos activos de la policía me hicieron llegar un chaleco antibalas... el miércoles, militares me hicieron llegar otro", detalló Morales, quien cree que el plan es matarlo cuando entre a La Paz, sede del Ejecutivo, liderando la movilización.
Según Morales, además de eliminarlo a él, parte del supuesto plan de Arce es desmantelar al MAS, debido a lo que describió como la "mentalidad racista" del presidente, que no aceptaría que un movimiento indígena controle el poder político en Bolivia.
Desde 2021, Morales y Arce han estado enfrentados por el control del MAS y del gobierno, una batalla que, según la oposición, ha mantenido al país en una constante tensión política. Morales criticó duramente a Arce, calificándolo como "el peor presidente en la historia de Bolivia", y sugirió que el actual mandatario ha traicionado al país al alinearse con los Estados Unidos y las políticas del Banco Mundial y el FMI.
Por su parte, Arce ha respondido en repetidas ocasiones que Morales busca centralizar el poder del MAS en su figura, y ha culpado al expresidente de la crisis económica actual, citando la falta de proyectos de exploración de gas natural durante su gestión.
A pesar de los desafíos, Morales, visiblemente agotado por la marcha, declaró que mantiene la fuerza para continuar hasta el final, evocando recuerdos de su primera elección presidencial en 2005.
Los directivos del MAS afines a Morales han anunciado que, tras la marcha, el exmandatario iniciará una huelga de hambre para exigir que se le permita ser candidato, a pesar de un fallo del Tribunal Constitucional que lo prohíbe. Asimismo, advirtieron que, si sus demandas no son escuchadas, realizarán un bloqueo nacional de carreteras a partir del 30 de septiembre.
El MAS se encuentra dividido entre los seguidores de Arce, conocidos como "arcistas", y los leales a Morales, los "evistas". Ambos grupos han realizado congresos por separado para nombrar juntas directivas distintas, una situación que el Tribunal Electoral ha rechazado, exigiendo que realicen una reunión conjunta para elegir un candidato presidencial, algo que aún no ha sucedido.
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