Expresidente de Volkswagen califica de "inverosímiles" los cargos del "dieselgate"
El expresidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, calificó de "inverosímiles" los cargos de fraude presentados en su contra durante el juicio por el escándalo conocido como "dieselgate", que estalló en 2015 tras la revelación de que la compañía manipuló millones de vehículos para ocultar sus verdaderos niveles de emisiones contaminantes.
"Me parece inverosímil formular una acusación penal en mi contra como la que están tratando de hacer con sus cargos", declaró Winterkorn este miércoles ante la corte de Braunschweig, Alemania. El juicio se reactivó el 3 de septiembre, nueve años después de que Volkswagen admitiera haber instalado un software en 11 millones de vehículos diésel para mostrar niveles de emisiones de óxido de nitrógeno más bajos que los reales.
Winterkorn, de 77 años, enfrenta cargos de fraude por autorizar el uso de ese software manipulado, lo que podría llevarlo a una condena de hasta 10 años de prisión. A pesar de la gravedad de las acusaciones, el exdirectivo ha negado cualquier responsabilidad en la manipulación.
En su declaración, Winterkorn argumentó que, como presidente de Volkswagen, estaba enfocado en otras responsabilidades y no participaba en decisiones detalladas sobre el desarrollo de motores o el uso del software en cuestión. "Yo no estuve involucrado en las decisiones sobre el desarrollo y el uso de ese software irregular en los nuevos motores diésel de VW", aseguró.
Winterkorn admitió que, como máximo responsable de la empresa en el momento en que estalló el escándalo, su nombre probablemente esté "vinculado estrechamente" al "dieselgate" de forma permanente. Sin embargo, defendió su gestión, subrayando que bajo su liderazgo los beneficios de la compañía casi se quintuplicaron y la plantilla del grupo se duplicó, superando los 600,000 empleados.
"He dedicado casi toda mi vida profesional al grupo Volkswagen y durante décadas he intentado desarrollar buenos coches y venderlos a los clientes a un precio justo", afirmó.
Las autoridades acusan a Winterkorn de haber conocido el fraude "a más tardar en mayo de 2014" y, pese a ello, haber autorizado la promoción de los vehículos manipulados como "ecológicos", lo que generó enormes ganancias para la empresa. Desde que se descubrió el escándalo en 2015, Volkswagen ha pagado alrededor de 30,000 millones de euros (unos 33,000 millones de dólares) en multas, compensaciones y gastos legales, principalmente en Estados Unidos, donde el grupo se declaró culpable de fraude y obstrucción a la justicia.
A pesar de los cargos, Winterkorn reiteró este miércoles que no es responsable de la manipulación del software, insistiendo en que no es "desarrollador de motores", "especialista en control de emisiones" ni "experto en software".
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