Javier Milei y su silencio frente al intento de golpe de estado en Bolivia
Luego del intento de golpe de estado en Bolivia, perpetrado por el excomandante Juan José Zúñiga en contra del gobierno de Luis Arce, diversos mandatarios del mundo hicieron saber su rechazo a este movimiento armado que ponía en vilo la democracia de Bolivia, pero no fue así el caso de Javier Milei, el presidente ultraliberal de Argentina.
A través de sus cuentas personales, Milei no hizo un posicionamiento en contra de las movilizaciones "irregulares" de elementos armados para asaltar el Palacio de Gobierno de Bolivia, en la ciudad de La Paz.
Fue hasta seis horas después de los hechos que, a través de la Cancillería Argentina, se hizo un comunicado respecto a lo sucedido en el país que gobernó Evo Morales.
Sin mencionar nombres y en un breve documento oficial de apenas dos párrafos, el gobierno argentino sostuvo que "reafirma la defensa irrestricta de la democracia en la región y condena todo intento de quebrantarla".
"En ese marco, repudia las movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército boliviano y expresa su firme apoyo al Estado de Derecho, mientras remarca la importancia de sostener las instituciones democráticas en el Estado Plurinacional de Bolivia", concluye el comunicado.
Ante de eso, quien había escrito algo al respecto por parte del gobierno argentino fue Diana Mondino, la ministra de Relaciones Exteriores, quien dijo, también sin mencionar nombre o hacer señalamientos, que "Los gobiernos, sean buenos o malos, gusten o no, se cambian únicamente en las urnas".
Los gobiernos, agregó la diplomática, "no se cambian con violentos golpes de Estado. La democracia no se negocia".
A diferencia de Andrés Manuel López Obrador, en México; Gustavo Petro, en Colombia; Gabriel Boric, en Chile; Lula da Silva, en Brasil; Luis Lacalle Pou, en Uruguay; Bernardo Arévalo, en Guatemala; Y Santiago Peña, en Paraguay, Javier Milei evitó hacer una postura personal al respecto, al igual que tampoco lo hizo el presidente reelecto de El Salvador, Nayib Bukele.
Cabe recordar que, para su primer mandato, en el 2020, Nayib Bukele, irrumpió el parlamento de El Salvador junto a militares armados. En ese entonces, el presidente Bukele entró en el recinto legislativo bajo el resguardo de policías y soldados armados con fusiles de asalto para sentarse en la silla del presidente del órgano, simular el comienzo de una sesión plenaria y orar.
Después, el mandatario advirtió que esa acción la hizo a manera de presión hacia el Congreso.
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