Uruguay decide a su presidente en una elección reñida
Este domingo, los uruguayos acuden a las urnas para decidir quién será su próximo presidente en un balotaje que enfrenta a dos figuras con trayectorias y visiones políticas opuestas. Yamandú Orsi, del izquierdista Frente Amplio, y Álvaro Delgado, del oficialista Partido Nacional, se disputan la sucesión del presidente Luis Lacalle Pou en marzo de 2025.
La primera vuelta electoral, celebrada el pasado 27 de octubre, dejó a Orsi con el 44% de los votos, mientras que Delgado alcanzó el 26.7%. Sin embargo, el candidato del Partido Nacional logró aglutinar el respaldo de los partidos que conforman la alianza de gobierno, que sumaron un 47.7%.
Encuestas recientes, como la de la encuestadora Factum, revelan un escenario ajustado. Orsi lidera con una estimación del 47.1% frente al 46.6% de Delgado, cifras que se encuentran dentro del margen de error, lo que anticipa una jornada electoral de alta incertidumbre.
Yamandú Ramón Antonio Orsi Martínez, de 57 años, representa el regreso del Frente Amplio, que gobernó Uruguay entre 2005 y 2020. Considerado el "delfín" del expresidente José "Pepe" Mujica, Orsi es un político de perfil moderado, arraigado en sus raíces rurales y comprometido con la igualdad social.
Nacido en Canelones en una familia humilde, Orsi comenzó su carrera como profesor de historia y funcionario local. Su liderazgo como intendente de Canelones consolidó su figura dentro del Frente Amplio, llevándolo a ganar las primarias internas con más del 60% de los votos.
Aunque ha sido criticado por no presentar un plan de gobierno detallado, su carisma y su conexión con el legado de Mujica le han asegurado un sólido respaldo entre los votantes de izquierda.
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, busca mantener al Partido Nacional en el poder tras el mandato de Luis Lacalle Pou. Veterinario de profesión y con experiencia como diputado y senador, Delgado se convirtió en una figura clave durante la pandemia de COVID-19, cuando fungió como vocero del gobierno.
Nacido en Montevideo pero vinculado al campo, Delgado ha hecho de su identidad rural un pilar de su campaña. Sin embargo, su estilo directo le ha valido críticas, como cuando llamó "bombón" a su candidata a vicepresidente, Valeria Ripoll, un comentario que desató controversia y lo obligó a pedir disculpas.
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