Del sobreprecio al desbasto. Los niños en busca de las quimios
En México, del 2008 a 2018, el IMSS ha realizado al menos 4,737 compras enfocadas a medicamentos para la leucemia. Según datos del Portal Compras IMSS, analizados por PODER en QuiénEsQuién.Wiki para el proyecto Salud, Dinero y Corrupción, del que este reportaje forma parte, los sobrecostos con los que se han adquirido estos tratamientos han sido millonarios a través de los años. El total de esas compras fue por 6,456,224,968.73 pesos, de los cuales 27,868,767.89 pesos corresponden al monto del sobrecosto.
Nayarit es el estado que ha pagado mayor porcentaje de sobrecosto en un año. Durante 2014, alcanzó un 931.09%. Y cinco años antes, con un porcentaje del 723.81%, pagó 420,134.49 pesos, convirtiéndose en el estado que ha adquirido medicamentos contra la leucemia con mayor sobrecosto.
Aunque las cantidades más desorbitantes son las gastadas en las compras a nivel central: a 1,478,337,090 pesos asciende el sobrecosto únicamente del año 2013, y se coloca como el año con el mayor sobreprecio en este tipo de medicamentos.
Del sobreprecio al desbasto. Los niños en busca de las quimios.
Aguascalientes es el tercer estado con la mayor tasa de incidencia por cáncer en la infancia según los registros hasta el 2019 (con una tasa 167.36) del Registro de Cáncer en Niños y Adolescentes.
Aquí, hay familias que hipotecaron sus bienes, realizaron rifas y vendieron pertenencias para comprar medicamentos por fuera. En Aguascalientes, el caso de Sandra, de 7 años, tiene una particularidad: logró ser la primera en el estado en ampararse para que ya no le negaran sus medicinas. La jueza incluso redactó una carta para que la niña pudiera entender el derecho que tenía a que el gobierno le brindara sus tratamientos. Pero ello, después de meses de complicaciones para conseguirlos. Así lo narra Esperanza, mamá de Sandra.
“Con la que sí batallamos más, fue con la mercaptopurina. De ésa nos dan dos cajas por mes, una caja dura dos semanas. Nos decían que no había, que el proveedor no la llevaba, que la teníamos que comprar nosotros. Nos costaba 1,800 pesos la caja. Hacíamos rifas, o entre los familiares nos apoyaban, eran dos cajas por mes.”
En 2012 y 2013, con recursos públicos el IMSS compró el mismo medicamento en Aguascalientes. Con más de un 100% de sobreprecio.
De hecho, se pagó en total de 4,757.54 pesos por la compra de Mercaptopurina, con un sobrecosto de 2,634.01 pesos.
Siete años después, los padres de Sandra tuvieron que comprar por al menos 4 meses Mercaptopurina por su cuenta. Alrededor de 14,400 pesos gastados únicamente en ese medicamento.
Durante el desabasto reportado en el Hospital General de Zona Número 3 del IMSS, la niña enfermó de coronavirus. Sanó. Y sin embargo, durante dos semanas, cuando su padre se quedó sin trabajo, se quedó sin “el seguro”. Le negaron el tratamiento pese a ya tener lista la quimioterapia.
“A la niña le tocaba entrar a quirófano para que le pusieran una quimio. Me hablaron un día antes para decirme a qué hora me tenía que presentar, y me empecé a alistar. Me hablan por teléfono y me dicen, sabe que, la niña no tiene seguro. Entonces no va a poder pasar a quirófano. No se puede. ¿cómo fue posible que dejaron echar a perder esa quimio que es tan cara, por no tener seguro? Se lo pudieron haber pasado. Esa quimio se echó a perder. Se deshechó.”
La historia de Sandra, cuya mejoría al día de hoy es visible, ya que su cáncer está en revisión, es una de tantas en Aguascalientes. Angélica, mamá de la niña Areli, de 13 años y quien padece glioblastoma multiforme (un tumor en la cabeza) se ha vuelto poco a poco una de las portavoces de los padres y niños que buscan quimios en el estado.
“En el seguro, cuando no hay una medicina, nos avisan el día que nuestro hijo ya está esperando ahí a que se la ponga. Nosotros tenemos que conseguir la medicina, en una fundación, o comprarla. Y traerla para que la pongan. Esto es desde que empezó el 2020. Todo el 2020 y 2021 es que se ha estado en esta situación de desabasto.”
El cáncer de Areli ya está en vigilancia. Su mejoría también ha sido notable. Pero la falta de alguno de los tratamientos puede derivar en consecuencias irreversibles. Es una moneda al aire para cada uno de los niños.
La leucemia aguda es el cáncer más frecuente en la infancia. El doctor Jorge Ruiz Morales, encargado del área oncológica en el Hospital Hidalgo en Aguascalientes, es claro sobre los efectos que puede tener la falta de uno solo de los tratamientos en los pacientes oncológicos.
“Cuando un paciente suspende su tratamiento de quimioterapia para cáncer existe el riesgo de que la enfermedad vuelva a aparecer. Y que aparezca con cierto grado de resistencia a los medicamentos. En teoría favorece la recaída de la leucemia. Es el riesgo cuando no se tiene el tratamiento completo.”
La situación en el sector salud estatal, que presume no estar adherido al INSABI, no dista tanto de la realidad del IMSS. El doctor también admite que en este hospital se ha sufrido de desabasto temporal, pese a que también ha surgido apoyo de diversas asociaciones civiles para cubrir los tratamientos. Aunque, actualmente, no consiguen daunorrubicina.
“Por ejemplo, ahorita hay desabasto a nivel nacional de daunorrubicina, ése no lo hemos podido conseguir. Ni tampoco a través de asociaciones, ni de gobierno.”
Con los millones de pesos que acumularon en los sobreprecios pagados por el IMSS ¿cuántos medicamentos pudieron haberse comprado para subsanar el supuesto desabasto en los tratamientos que persiste actualmente? ¿Cuál es el costo de estos dudosos procesos de compra?¿A quiénes afecta el mal manejo de recursos públicos?
El año con mayor porcentaje de sobrecosto en la compra de medicamentos para la leucemia reportado en Aguascalientes fue el 2012, bajo el sexenio de Enrique Peña Nieto. Tan solo en ese año se pagó un 85.28% de promedio del porcentaje de sobrecosto, por 4,631.87 pesos de sobrecosto en un total de 5,600,604.3 pesos.
Con el sobrecosto de ese año, los tratamientos de miles de niños en el estado se pudieron haber cubierto de por vida. Los padres de Sandra, reconocen la desconfianza en las instituciones de salud.
“Hicieron su agosto, y pues ahora sí encajaron más la uña en los tratamientos más necesarios y caros. Un tratamiento oncológico es carísimo. Y como uno no cuenta con ello… “
“El seguro, no sé como le hayan hecho. No sé si hubo una parte pa´allá y una parte pá acá”
En Aguascalientes, en casi cada año, desde el 2009, se ha detectado sobreprecio en este tipo de medicamentos. Y eso que en el estado fue mínimo, comparado a otros. De hecho, fue la entidad que pagó la menor cantidad de sobrecostos en 10 años en todo el país. Apenas 11,222.88 pesos.
Pero con esa cantidad se pudieron haber pagado incluso varios meses de tratamientos para el cáncer.
Ahora, dimensionemos lo que sucede con las compras en los estados al principio de la lista. Ahí, está el entonces Distrito Federal (con 2,225,936.02 pesos pagados en sobrecostos), Michoacán (con 1,572,763.22 pesos) y Veracruz (con 1,304,027.46 pesos).
Pero la cifra más abrumadora está a nivel central: los datos arrojan que se pagaron hasta 11,282,277.86 pesos en sobrecosto entre 2008 y 2018 en las compras para medicamentos para leucemia.
Las empresas. ¿Quién ganó a costa de las quimios?
Si bien son numerosas las empresas a las que el IMSS compró medicamentos para la leucemia con sobrecostos a nivel país, entre 2008 y 2018, Distribuidora Inter de Meds y Equipo Médico, S.A. de C.V. fue la que más ganó: obtuvo 2,744,046.73 pesos en sobrecostos.
Distribuidora Internacional de Medicamentos y Equipo Médico (DIMESA), como también aparece bajo el RFC DIM010319S79, fue inhabilitada por la Secretaría de la Función Pública en octubre del año pasado por al menos 30 años, y multada con un millón 170 mil 95 pesos. Ello, aseguró el gobierno federal en un comunicado, por falsear información.
Específicamente, se relata que “Durante el proceso de adjudicación de un servicio integral de anestesia en 2017, las empresas presentaron documentación con la que aseguraban contar con las condiciones técnicas para cumplir con el contrato; sin embargo, dicha información no respaldaba plenamente la oferta, lo cual representaba un riesgo para la salud de los derechohabientes del IMSS.”
La mayoría de los contratos que obtuvo con el IMSS fueron asignados por adjudicación directa.
Del sobreprecio al desabasto...Y a los amparos.
Emmanuel, el padre de Sandra, lee la carta que la juez le escribió a Sandra cuando, el año pasado, ganó un amparo para que le otorgaran sus medicamentos.
“Tu papá me trajo un escrito donde me explicó que desde el mes de mayo empezaron a tener problemas para que te entregaran tus medicinas y que por eso, en ocasiones han tenido que comprarlas, para que las puedas tomar a tiempo.
Al darme cuenta que tu papá tiene razón al decir que las autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social, han puesto en riesgo tu salud, dicté una sentencia en la que se les ordena, que vigilen que en la farmacia del hospital al que acudes, se tengan las medicinas que necesitas y que te den todas facilidades para que puedas seguir con tu tratamiento
Además, quiero decirte que como pequeñita que eres, las autoridades tenemos que respetar tus derechos.”
Desde el año pasado, una lluvia de amparos promovidos por los niños con cáncer en México están obligando al propio IMSS a hacer lo que nunca debió de detenerse: proporcionar tratamientos oncológicos oportunos y completos.
“Y nos dieron ya el falló a favor en octubre, el 9 de octubre. Pero sí duró algo de tiempo. Y ya fue cuando nos surtieron más el medicamento. Pero como 4 meses estuvimos batallando con eso.”
“No teníamos que haber llegado a estas instancias. Uno como trabajador, tiene su seguro. Nosotros estamos pagando con nuestro trabajo”
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Ésta, es la segunda parte del reportaje Del sobreprecio al desbasto. Los niños en busca de las quimios, que forma parte del proyecto Salud, Dinero y Corrupción, liderado por el Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER).
El Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER) es una organización regional, de la sociedad civil, sin fines de lucro. Busca fomentar la transparencia y rendición de cuentas de las empresas en América Latina desde una perspectiva de derechos humanos y fortalecer a los actores de la sociedad civil afectados por prácticas empresariales, con el fin de que actúen como garantes de la rendición de cuentas a largo plazo.