70% de los regalos navideños son ropa, pero la mitad se desecha
De acuerdo a datos de la Cámara de Comercio el 70% de los mexicanos regalan ropa en Navidad, sin embargo la mitad se desecha, provocando un preocupante problema de contaminación, advierte Omar Corona Núñez, académico de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
La ropa de segunda mano es una opción para mitigar el impacto ambiental, pero primero se debe terminar con los prejuicios alrededor, señala Cristina Ayala–Azcárraga, doctora en Ciencias de la Sostenibilidad de la UNAM, quien subraya que estas prendas se deben lavar y desinfectar, pero lo mismo se debería hacer con la ropa nueva.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo revela que la industria de la moda se posiciona como la segunda más contaminante del planeta, solo detrás de la industria del petróleo. Esta revelación destaca el impacto ambiental significativo que la producción y consumo de prendas de vestir generan a nivel mundial.
Según la entidad, el sector textil utiliza anualmente 93 mil millones de metros cúbicos de agua, equivalente a las necesidades de cinco millones de personas. Además, arroja al mar medio millón de toneladas de microfibras al año, equiparable a tres millones de barriles de petróleo. La moda, de hecho, supera en emisiones de carbono a la combinación de todos los vuelos y envíos marítimos internacionales, contribuyendo así al calentamiento global.
Rogelio Omar Corona Núñez, académico de la UNAM, señala que el proceso completo de producción textil, desde la obtención de materias primas hasta el uso y planchado en casa, tiene un alto costo ambiental. Este consumo intensivo de recursos ha llevado a la desecación de cuerpos de agua, como el Mar Aral en Asia Central, en su momento el cuarto lago más grande del mundo.
La voracidad de la industria de la moda se refleja en la sobreexplotación de recursos y en el aumento constante de la producción. Empresas como Shein lanzan hasta 54 colecciones al año, alimentando la tendencia de la moda rápida, efímera y poco sostenible.
La temporada navideña intensifica este fenómeno, con un aumento del 30 a 40 por ciento en la adquisición de ropa, según la Cámara de Comercio. La clave para mitigar estos impactos radica en fomentar la educación ambiental y concientizar a los consumidores sobre las implicaciones de sus elecciones de compra.
Corona Núñez destaca la necesidad de crear consumidores responsables que cuestionen la procedencia de sus prendas y consideren los impactos sociales y ambientales. Se destaca la importancia de evitar la moda rápida y optar por marcas "prime" que buscan desarrollar textiles sostenibles, utilizando materiales como la corona de piña o mezclas con madera.
Una alternativa clave para reducir el impacto ambiental es la promoción de la ropa de segunda mano. Aunque enfrenta retos culturales y económicos, expertos sugieren que utilizar prendas de calidad ya existentes puede reducir el daño ambiental en un 80 o 90 por ciento, evitando la cadena de producción y la explotación de recursos naturales.
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