Migrantes se niegan a dejar campamento en río Bravo

Migrantes en la frontera norte de México rechazan abandonar su asentamiento junto al río Bravo, próximo a Estados Unidos, a pesar de los crecientes riesgos en el afluente y un aumento en el flujo migratorio.

Autoridades y activistas de Matamoros, Tamaulipas, ciudad que colinda con Brownsville, Texas, trasladaron a un albergue a unos 500 extranjeros que habitaron durante meses en la orilla del río Bravo; sin embargo, cientos más se negaron a abandonar el campamento junto al afluente.

Gladys Cañas Aguilar, presidenta de la asociación Ayudándoles a Triunfar, indicó a EFE que los migrantes que han rechazado marcharse al nuevo refugio temen que suceda alguna tragedia como en Ciudad Juárez, donde perdieron la vida 40 migrantes en marzo pasado durante un incendio.

De igual modo, los extranjeros tienen miedo de que los concentren para deportarlos.

Carlos Ballesteros, secretario del Ayuntamiento de Matamoros, manifestó que el Instituto Nacional de Migración (INM) tiene un plan para invitar al campamento a quienes se quedaron junto al río Bravo, pero no especificó en qué consta.