Acusan a Elon Musk de la muerte de monos a los que se les implantaron chips

Neuralink, la controvertida compañía de implantes cerebrales fundada por Elon Musk, ha obtenido la autorización para comenzar la instalación de sus chips en seres humanos. Paralelamente, el Comité de Médicos para una Medicina Responsable, una organización sin fines de lucro con sede en Washington, ha presentado una denuncia ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, acusando al empresario de ser el responsable de la angustiosa muerte de doce primates debido a estos implantes.

El propósito de Neuralink era permitir que individuos con tetraplejia causada por lesiones en la médula espinal o personas afectadas por ELA pudieran controlar dispositivos mentalmente.

No obstante, en diciembre del año pasado, diversos medios denunciaron que la empresa estaba bajo investigación federal por presuntas violaciones del bienestar de los animales, incluyendo ovejas, cerdos y monos, luego de que un grupo de veinte trabajadores y exempleados acusara a Neuralink de acelerar las investigaciones, resultando en "sufrimiento y muertes innecesarias".

Toda esta controversia surgió mientras Neuralink publicaba en abril de 2021 un video que mostraba a un macaco llamado Pager, que había tenido el implante durante seis meses y podía jugar a dos videojuegos utilizando solo su mente: uno consistía en introducir una pelota de ping pong en un vaso y el otro en jugar al tenis.

Elon Musk no respondió a estas acusaciones hasta el 10 de diciembre pasado, afirmando que "ningún mono ha muerto como resultado de un implante Neuralink" y alegando que estaban experimentando con monos que ya estaban "al borde de la muerte". Sin embargo, documentos públicos obtenidos por el Comité de Médicos indican que doce monos perfectamente saludables fueron sacrificados después de experimentar diversas complicaciones debido a los implantes, incluyendo "diarrea con sangre, parálisis parcial y edema cerebral". Los monos utilizados, de la especie Rhesus, generalmente viven hasta unos 25 años en cautiverio, algunos incluso hasta los 40, pero aquellos sacrificados por Neuralink tenían en promedio solo siete años.