Creyó que la secuestraron y que la llevarían a México; disparó a la cabeza del conductor

Daniel Piedra, de 52 años, perdió la vida tres semanas después de comenzar a trabajar como conductor de Uber en El Paso. El incidente ocurrió cuando su pasajera, al observar una señal de tránsito que mencionaba "Juárez, México", creyó que estaba siendo víctima de secuestro y conducida a otro país, lo que desencadenó varios disparos en la cabeza de Piedra, según informó la policía.

Desde el tiroteo del 16 de junio, Piedra había permanecido en estado crítico con soporte vital en un hospital de Texas. Sin embargo, cuando los médicos determinaron que tenían que depender de un ventilador de manera permanente, los seres queridos de Piedra, que habían estado esperando un milagro, tomaron la difícil decisión de dejarlo ir. El miércoles falleció.

Phoebe Copas, de 48 años y residente de Tompkinsville, Kentucky, fue acusada de asesinato el jueves. 

Originalmente, había sido arrestada el 16 de junio y acusada de agresión agravada, pero los cargos se modificaron tras el fallecimiento de Piedra, así como su fianza que incrementó de $1 millón a $1.5 millones.

Hasta el momento, el abogado designado para Copas no ha respondido a las solicitudes de comentarios. La audiencia de fianza, que estaba programada para el viernes, fue pospuesta y no se ha establecido una nueva fecha.

Los investigadores revelaron que Piedra nunca se apartó de la ruta solicitada, que describieron como "una ruta normal para llevar al destino solicitado por" Copas. Asimismo, aseguraron que el área en cuestión "no se encuentra cerca de un puente, puerto de entrada u otra área con acceso inmediato hacia México".