Maduro denuncia a la ONU de “conspiración y “espionaje” en contra de la oficina en el país

Tras expulsar a miembros de la oficina en el país el pasado jueves.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, señala a la oficina de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos de conspirar en contra de él, además de actividades ilegales de espionaje, luego de suspender las actividades y la expulsión del personal de dicha oficina, la semana pasada, por parte del gobierno venezolano.

Maduro afirma que la oficina, que operaba en el país desde 2019, se desvió de su función inicial de asesoría técnica para convertirse en "una oficina de espionaje interno" y posteriormente en "un bufete de abogados de terroristas conspiradores, golpistas y magnicidas de Venezuela". Según el mandatario, su gobierno había advertido al personal en varias ocasiones sobre posibles medidas a tomar.

La medida de suspender las actividades de la oficina del Alto Comisionado de la ONU en Venezuela fue tomada el pasado jueves, coincidiendo con declaraciones del organismo sobre el arresto de la activista Rocío San Miguel, acusada de "terrorismo". Maduro señaló que la gota que colmó el vaso fue un caso reciente de una persona involucrada en labores de espionaje, acusando a la oficina de calificar de manera abusiva a la fiscalía, al poder judicial y al país.

Maduro aseguró que Venezuela mantiene sus compromisos con la oficina en Ginebra, pero condicionó la reanudación de actividades a una rectificación y una solicitud de disculpas por parte de la organización. Mientras tanto, la suspensión de las operaciones de la oficina en Venezuela permanecerá vigente.