Movilización ciudadana logra detener reforma judicial antidemocrática en Israel

En las últimas semanas, Israel ha sido testigo de una lucha ciudadana que logró detener temporalmente una reforma judicial promovida por el actual gobierno de ultraderecha, nacionalista y de extrema religiosa encabezado por Benjamin Netanyahu.

La reforma buscaba anular el poder de la Suprema Corte de Justicia, dejando al gobierno en la posibilidad de aprobar lo que quisiera sin restricciones. El pueblo liberal israelí reaccionó de inmediato ante esta amenaza, alzando la voz en manifestaciones y protestas que se mantuvieron por tres meses consecutivos.

A lo largo de este tiempo, la población de Israel demandó el respeto a la democracia y advirtió que la reforma provocaría graves violaciones a los derechos humanos, derechos de las minorías y libertades ciudadanas, así como daños económicos.

Los reservistas del ejército también se unieron a esta lucha, anunciando su negativa a presentarse a sus puestos. La situación alcanzó un punto crítico cuando el ministro de defensa anunció que se debía detener la reforma, debido a los graves riesgos a la seguridad nacional. Netanyahu respondió con el despido de Galant, lo que generó una reacción masiva de la ciudadanía. Ante la presión, el gobierno suspendió la reforma por un mes y se abrió un diálogo con la oposición bajo la conducción del presidente Herzog.