Un tercio de los niños del mundo sufren escasez de agua

El nuevo informe del Fondo de la ONU para la infancia, da a conocer que aproximadamente 739 millones de niños a nivel mundial, o uno de cada tres menores de edad, se encuentran viviendo en zonas expuestas a una alta o muy alta escasez de agua. Además de señalar que el cambio climático es el principal causante, amenazando con aumentar la cifra que ya es alarmante.

El organismo detalla que en América Latina se tiene a 27.5 millones, o cada uno de 6 niños, expuesto a una escasez de agua extrema, con 4.8 millones de ellos en situación de vulnerabilidad extrema. Se estima que la demanda de agua en la región llegue a aumentar un 43 %, el segundo mayor incremento previsto anteriormente.

Asimismo, la doble carga de una disponibilidad cada vez menor y de servicios de agua potable y saneamiento deficientes o inexistentes agrava el desafío y coloca en un riesgo aún mayor la vida, la salud y el bienestar de cerca de 436 millones de niños. Actualmente, tan solo el 2.4 % de los recursos de adaptación al cambio climático incorporan proyectos que tienen en cuenta a la infancia.

La combinación de los factores es una de las principales causas de muerte entre menores de cinco años por enfermedades prevenibles, detalla el organismo. Las proyecciones indican que para 2050, 35 millones más de niños estarán expuestos a niveles elevados o muy elevados de estrés hídrico.

Por su parte, UNICEF explica que existen tres niveles de inseguridad hídrica: escasez de agua, vulnerabilidad del agua y estrés hídrico, en el que la demanda supera el suministro de agua superficial y subterránea. Asimismo, refiere las variedades formadas en que los niños soportan la peor parte de los impactos de las crisis climáticas, incluidas las enfermedades, la contaminación del aire y los fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones y sequías.

Señala que los menores son más vulnerables ante los cambios que se viven por causa del cambio climático, ya que sus cuerpos y mentes son particularmente más susceptibles en comparación con las de un adulto en el momento de exposición al aire contaminado, la mala nutrición y el calor extremo. Afirmando de esta forma que el desarrollo infantil se ve afectado por factores de estrés ambiental desde el momento de la concepción.

“No sólo está cambiando su mundo con fuentes de agua secándose y fenómenos meteorológicos aterradores cada vez más fuertes y frecuentes, sino que también su bienestar se transforma a medida que el cambio climático afecta su salud física y mental”, argumentó Catherine Rusell, directora ejecutiva de UNICEF, quién además señala que el futuro de la infancia depende de cambios imperativos, sus necesidades quedan relegadas a un segundo plano.

El análisis detalla que los niños y jóvenes más afectados son los que viven en Medio Oriente, el norte de África y el sur de Asia, donde los recursos hídricos son limitados y se registran altos niveles de variabilidad estacional e interanual, disminución del agua subterránea o riesgo de sequía.

Por lo cual, se exhorta a todas las instancias pertinentes a proteger la vida, salud y el bienestar de la infancia, a capacitar a los niños para defender el medio ambiente, y a cumplir los acuerdos internacionales sobre sostenibilidad y cambio climático, incluida la rápida reducción de las emisiones.

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