Tormenta tropical Dalila deja devastación en zonas turísticas de Michoacán y Guerrero
La tormenta tropical Dalila causó severos daños en los estados de Michoacán y Guerrero, donde su paso dejó una estela de destrucción en zonas turísticas clave como Barra de Nexpa, Playa Revolcadero y Acapulco Diamante. Cabañas, restaurantes, marisquerías y decenas de enramadas fueron arrasadas por el fuerte oleaje, lluvias intensas y ráfagas de viento que azotaron ambas entidades durante más de 15 horas.
En Barra de Nexpa, municipio de Aquila, Michoacán, el nivel del mar se elevó de manera inusual, alcanzando zonas de hospedaje cercanas al cauce del río. La fuerza del mar arrastró palmeras, ramas y parte de las cabañas ubicadas frente a la playa. Según reportes preliminares, los daños materiales son considerables.
El presidente municipal de Aquila, José María Valencia Guillén, informó que Protección Civil Municipal ya realiza un censo de afectaciones y coordina los trabajos de apoyo para los habitantes y prestadores de servicios turísticos perjudicados.
En Acapulco, Guerrero, las consecuencias fueron mayores. Al menos 50 familias perdieron por completo sus patrimonios en la zona de Acapulco Diamante, donde se desplomaron estructuras de restaurantes como Playa Revolcadero, Marimar, El Chirris, Costa Brava y la marisquería Cheyo. En total, se contabilizan daños severos en 38 enramadas.
"Desgraciadamente, ahorita nos afectó a más de 50 familias, tanto restauranteros como marisquerías, como encargados de palapas. Ahora es cuando más necesitamos de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, de la gobernadora Evelyn Salgado y la alcaldesa Abelina López", declaró Esteban Solís, secretario de la Coalición de Prestadores de Servicios Turísticos de Playa Princess, en entrevista con Milenio.
Solís recordó que los negocios apenas comenzaban a recuperarse de las afectaciones causadas por los huracanes Otis y John, así como del mar de fondo que desde hace un mes provocaba olas de hasta cinco metros.
Mientras tanto, en Coyuca de Benítez, el número de personas albergadas en refugios temporales aumentó a 37, de acuerdo con el alcalde Víctor Hugo Catalán. Aunque no se reportan comunidades inundadas, varios ríos y arroyos han incrementado su nivel y las carreteras serranas permanecen intransitables debido al lodo.
El operativo de respuesta incluye personal del DIF municipal, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano, quienes brindan apoyo a las comunidades más afectadas por este fenómeno.
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