Localizan en Marte roca con la mayor concentración de materia orgánica
El vehículo Perseverance de la NASA se encuentra recolectando muestras de rocas en Marte, en una zona que desde hace tiempo los científicos consideran que ofrece grandes posibilidades para encontrar indicios de vida microbiana.
El más reciente descubrimiento es una arenisca que lleva granos y fragmentos de roca creados lejos del cráter Jezero, y una lodolita que contiene intrigantes compuestos orgánicos.
“Wildcat Ridge” es el nombre dado a una roca de aproximadamente un metro de ancho que probablemente se formó hace miles de millones de años cuando el lodo y la arena fina se asentaron en un lago de agua salada en evaporación. El 20 de julio, el rover erosionó parte de la superficie de Wildcat Ridge para poder analizar la zona con el instrumento llamado Análisis de entornos habitables con Raman y luminiscencia para productos orgánicos y químicos.
El análisis indica que las muestras presentan una clase de moléculas orgánicas que están correlacionadas espacialmente con las de los minerales de sulfato. Los minerales sulfatados que se encuentran en las capas de roca sedimentaria pueden aportar información importante sobre los entornos acuosos en los que se formaron.
Estas moléculas orgánicas consisten en una gran variedad de compuestos formados principalmente por carbono y suelen incluir átomos de hidrógeno y oxígeno. También pueden contener otros elementos, como nitrógeno, fósforo y azufre.
Aunque existen procesos químicos que no requieren que haya vida para producir estas moléculas, algunos de estos compuestos son sus ingredientes químicos básicos. La presencia de estas moléculas específicas se considera una potencial biofirma —sustancias o estructuras que podrían ser evidencia de que hubo vida en el pasado—, pero también podrían haberse producido en ausencia de vida alguna.
En 2013, el rover Curiosity de la NASA en Marte encontró evidencia de materia orgánica en muestras de polvo de roca, y Perseverance ya ha detectado antes elementos orgánicos en el cráter Jezero. Pero a diferencia de ese descubrimiento anterior, esta última detección se realizó en una zona donde, en un pasado lejano, se depositaron sedimentos y sales en un lago en condiciones en las que podría haber existido vida. En su análisis de Wildcat Ridge, el instrumento SHERLOC registró las detecciones orgánicas más abundantes de la misión hasta la fecha.