Roca Rey arrolla en la Monumental

La primera figura del toreo, Andrés Roca Rey, impuso condiciones durante la séptima corrida de feria, tarde en la que el torero andino sorteó el mejor lote de la ganadería de Corlomé mostrando porque es el torero mandón en la actualidad, redondeó dos faenas importantes que fueron culminadas con una buena ejecución de la suerte suprema, terminó por desorejar a sus dos toros. Joselito Adame y Diego San Román, utilizaron el recurso del toro de regalo para intentar conseguir el triunfo.

El encierro que envió el señor Sergio Lomelí García, es hasta el momento el más redondo en términos generales, en una fecha tan emblemática como el 25 de abril, coso majestuoso y con un casi lleno, no podía dejar escapar el triunfo esta casa ganadera que ha logrado un interés muy particular por parte del aficionado, debido a la bravura de sus reses.

Andrés Roca Rey, quien viene de triunfar en la feria de Sevilla, estructuró dos faenas con el común denominador de la emoción y el valor a toda prueba. Al primero de su lote, lo fue sometiendo poco a poco a la tela de su muleta, el toro metía la cabeza por bajo y con transmisión, la faena fue subiendo de tono conforme los trazos del peruano se alargaban.  La faena estaba hecha, faltaba firmarla con la suerte suprema, para ello hubo un silencio mientras Andrés se perfilaba, estocada entera y la afición se volcó a sacar los pañuelos para solicitar los trofeos.

Ante su segundo continuó en el mismo tenor, con otro buen toro de Corlomé de nombre “Puente Viejo”, con nobleza y la bravura característica de la casa, la figura no desaprovechó tan buenas condiciones y planteó una faena con las zapatillas afianzadas a la arena, verticalidad y fondo en cada trazo, llevando muy metido al bravo ejemplar que acudía al llamado. Aquello era ya una caldera, la pelea de gallos acompañó su labor, ya con la espada montada, volvió a ejecutar una estocada entera y efectiva con la que puso punto final a su actuación. El juez de plaza otorgó los máximos trofeos que convencieron a la mayoría, mientras que al toro se le concedió el arrastre lento.

Joselito Adame realizó su segundo paseíllo en el coso Monumental, sin tener ese triunfo rotundo de años anteriores, pero por el no quedó hasta cierto punto, pues de no haber pinchado al primero de su lote, tal vez el premio pudo ser mayor. En faena entonada el torero de la tierra se gustó, fue metiendo poco a poco al de Corlomé que tenía calidad, José le daba sus tiempos y sus distancias, si bien es cierto que sus procedimientos no terminan por gustar a sus detractores, lo cierto es que son efectivos. La afición estaba metida en la faena hasta que el toro se vino a menos, al momento del embroque, Joselito desafortunadamente dejó un pinchazo, al segundo viaje con poco más de media estocada terminó con la vida del toro, una labor que fue premiada con una oreja protestada. 

Con su segundo pocas opciones tuvo para el triunfo, bonito el gesto de brindar su actuación al ganadero Lomelí a manera de agradecimiento, faena corta con la que se puso pesado con la espada, como las figuras, se llevó una bronca monumental. Con el toro de regalo todo se reduce a la disposición del torero, pues no hubo colaboración por parte del de Corlomé.

Diego San Román se llevó el lote menos potable del encierro, aún así el queretano se dio el arrimón característico en su concepto del toreo, cosa que la afición supo valorar sin que aquello tampoco llegará a trascender. Ya será en su segundo compromiso cuando San Román intente sacarse la espina.

Ficha del festejo:

Aguascalientes,  Ags. Plaza Monumental. Séptima corrida de feria. Casi lleno. Toros de Corlomé.

El rejoneador Javier Funtanet: Pitos.

Joselito Adame: Oreja, silencio tras aviso y silencio en el de regalo.

Andres Roca Rey: Dos orejas y dos orejas y rabo.

Diego San Román: Ovación, división  y palmas en el de regalo.

Información de Alejandro Medina

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