La armera de la película 'Rust' es declarada culpable de homicidio involuntario en el caso de Alec Baldwin
La muerte accidental de Halyna Hutchins, la directora de fotografía de la película Rust, ocurrida en 2021, conmocionó al público en general. Recordemos que Alec Baldwin supuestamente efectuó un disparo con una pistola que no debería haber estado cargada, el cual impactó a la fallecida y al director Joel Souza, quien resultó herido.
Hanna Gutierrez-Reed fue la encargada de supervisar y administrar el armamento utilizado en la grabación, y la acusación en su contra la llevó ahora a un juicio en el que ha sido declarada culpable de homicidio involuntario por un jurado compuesto por doce personas, que tardó menos de tres horas en llegar a un veredicto unánime.
Se enfrenta a una posible pena máxima de 18 meses en prisión, además de tener que pagar a la familia de la fallecida una elevada indemnización por daños y perjuicios, estimada en decenas de miles de dólares. La defensa de la acusada ya ha manifestado su decisión de apelar la sentencia.
El mismo jurado declaró que Gutierrez-Reed no es culpable de manipular las pruebas, que era otro de los delitos que se le habían atribuido.
En cualquier caso, sus abogados reaccionaron con indignación al veredicto, afirmando que la armera ha sido un "conveniente chivo expiatorio" para proteger a los verdaderos responsables. "Hay dudas razonables de que tuviera algo que ver con la muerte de Halyna Hutchins. Todo acaba en la producción, como en cualquier organización. Pero empieza arriba del todo", señalaron.
Por otro lado, la fiscalía fue rotunda al exponer la supuesta falta de profesionalidad de Hannah Gutierrez-Reed en un departamento tan delicado como el de armamento. "Esto es una cortina de humo, una forma de desviar la atención. No quieren admitir la verdad", argumentó la fiscal Kerri Morrisey sobre el alegato de la condenada. "Fue negligente, fue descuidada y fue desconsiderada", agregó.
El pasado mes de enero, el ministerio público volvió a acusar formalmente al actor Alec Baldwin, también productor de la película, de homicidio involuntario: una posibilidad que ya dejó abierta cuando, en abril del año pasado, decidió retirar los cargos bajo el argumento de que el revólver Colt que empuñaba el actor había sido manipulado.
El artista y sus abogados siempre han sostenido que Baldwin jamás apretó el gatillo, y esa es la línea principal de la estrategia para rebatir los argumentos de la fiscalía.
"Estamos deseando verlos en los tribunales", respondían desafiantes los abogados del actor, Luke Nikas y Alex Spiro, al nuevo proceso.