China pide a EE. UU. que deje de hacer intervencionismo; es por polémica de reforma judicial
El Ministerio de Exteriores de China llamó a Estados Unidos a dejar sus políticas y posturas de “intervencionismo” en América Latina, en respuesta a una pregunta relacionada con la polémica entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el embajador estadounidense Ken Salazar, quien puso en duda la reforma judicial que impulsa el oficialismo.
“Instamos a Estados Unidos a descartar la desfasada Doctrina Monroe y el intervencionismo lo antes posible”, dijo el vocero del ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, en una conferencia de prensa en la que fue cuestionado sobre diversas controversias recientes entre Washington y países latinoamericanos.
Una de esas controversias fue justamente la “pausa” decretada por López Obrador en su relación con el embajador Salazar, quien criticó la iniciativa que pretende establecer la elección popular de ministros magistrados y jueces.
Al respecto, el vocero Lin Jian opinó: “hemos tomado nota de los informes al respecto. Puede que Estados Unidos haya anunciado el fin de la Doctrina Monroe, pero el hecho es que, durante los últimos más de 200 años, el hegemonismo y la política de poder, intrínsecos a la Doctrina, están lejos de haber sido abandonados.
Cabe recordar que la Doctrina Monroe se resume en la frase “América para los Americanos”, y esta es una iniciativa de política exterior abanderada por el presidente estadounidense James Monroe, en 1823, para advertir a las potencias europeas que se mantuvieran fuera del continente y que ha servido para justificar el intervencionismo en América Latina.
“China apoya firmemente la justa posición de los países latinoamericanos de oponerse a la injerencia extranjera y salvaguardar la soberanía de sus naciones. Estados Unidos no debería hacer oídos sordos a las legítimas preocupaciones y al justo llamado de los países latinoamericanos y hacer lo que le venga en gana”, añadió el diplomático.
Y agregó: “instamos a Estados Unidos a desechar cuanto antes la obsoleta Doctrina Monroe y el intervencionismo, a poner fin a las acciones unilaterales de intimidación, coerción, sanciones y bloqueo, y a desarrollar relaciones y mantener una cooperación mutuamente beneficiosa con los países de la región basada en el respeto mutuo, la igualdad y la no injerencia en los asuntos internos de cada uno”.
“El hegemonismo y la política de poder de Estados Unidos son contrarios a la imparable tendencia histórica de los países latinoamericanos a mantenerse independientes y a buscar la fuerza a través de la unidad. Tales planteamientos no obtendrán ningún apoyo y serán relegados al basurero de la historia”, concluyó.
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