Agustín Mendoza, el alcalde que fue migrante y que ahora es blanco de amenazas en Guerrero

Crispín Agustín Mendoza es alcalde Alcozauca, una localidad que se encuentra en las montañas del suroeste de Guerrero. Pero se distingue de otros funcionarios que comparten el cargo: en su juventud fue un migrante indocumentado y ahora es blanco de los grupos criminales que prevalecen en la región. 

Cuando era adolescente, Mendoza llegó de manera ilegal a Silicon Valley hasta alcanzar la edad adulta. Ahí buscó reunirse con sus padres. Estudió, se enamoró de su actual esposa y trabajó en la construcción de casas en California.

Sin embargo, años después regresó a México para probar suerte en la política, y ahora como edil, ha confirmado que las remesas sostienen la economía de Alcozauca. 

Su historia está ligada al contexto del ayuntamiento. Con el auge del fentanilo, producido en laboratorios improvisados al norte del país, se terminó el comercio de la heroína en Guerrero. Sin encontrar más opciones laborales, muchos guerrerenses han decidido emigrar a Estados Unidos. 

En este sentido, Agustín Mendoza se ha encomendado a dos tareas: construir casas -con sus nuevas habilidades de promotor- para aquellos que esperan volver algún día a Guerrero, y gobernar sin enredarse en las disputas territoriales de Alcozauca. 

Sobre las amenazas del presidente electo, Donald Trump, de realizar deportaciones masivas, Mendoza no dudó en señalar que, efectivamente, las cosas estaban a punto de cambiar. También se dijo preocupado por la interrupción de los flujos de remesas al país, que ascienden a 63 mil millones de dólares en 2023. 

Cuando decidió entrar en el mundo de la política, tocó las puertas de Morena. Sin embargo, el partido decidió apoyar a otro candidato a la alcaldía. Fue así como terminó afiliándose al Partido del Bienestar Guerrero, un grupo evidentemente más pequeño. 

En cuando anunció que participaría en las elecciones a la alcaldía de Alcozauca, un grupo de hombres llegó a su casa durante la noche y dispararon en múltiples ocasiones, a pesar de que también se encontraban su esposa e hijos. A pesar del intento de asesinato, Mendoza ganó los comicios. 

Actualmente, desempeña su cargo acompañado por un destacamento de seguridad de seis soldados. "Tienes que asumir que un día te atacarán y te matarán", dice en la entrevista realizada por The New York Times. A la fecha, cree que el ataque de hace unos meses fue orquestado por el cártel que apoyaba al candidato rival. 

Por ello y por otras historias de corrupción en el país, Mendoza también tiene un objetivo en particular: no sentarse en el despacho de la alcaldía de la presidencia municipal, ya que considera que eso lo acercaría a las malas prácticas de sus antecesores. 

Su mandato terminará en tres años, lapso en el que busca mejorar las condiciones de Alcozauca. Asegura que después abandonará la política para siempre. 

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