1988-2024
En el antiguo régimen, la organización de los procesos electorales estaba a cargo del poder ejecutivo federal. Desde la integración de un padrón con los nombres de las y los ciudadanos con capacidad legal para ejercer el sufragio, la instalación de los magistrados que darían validez jurídica al proceso, los mecanismos de conteo de votos, la colocación de casillas en el espacio nacional, hasta el anuncio del resultado electoral. Todo estaba controlado por el ejecutivo.
En este antiguo régimen vivíamos un Sistema de Partido Hegemónico, en el que una sola fuerza política detentaba el poder. No sólo eso; en ese oscuro tiempo, el partido en el poder era una extensión del gobierno; el gobierno era una extensión del partido; partido y gobierno organizaban las elecciones; y previsiblemente siempre ganaba ese mismo partido. El modelo político estaba diseñado para que la lucha por el poder no fuera en las urnas, sino en los pasillos de palacio y entre los sectores del partido.
Sin embargo, décadas de presión social y movimientos civiles lograron la apertura democrática. Movimientos como los sindicales de la década de 1950, los estudiantiles de los sesenta y setenta, los guerrilleros de los ochenta y noventa; y, finalmente, el cisma del partido en el poder a partir de 1988.
En ese año, el entonces presidente Miguel de la Madrid terminaba su gestión en un contexto sociopolítico de crisis económica, con los recientes sismos de 1985 que desnudaron la incapacidad del gobierno, y con el cisma entre la izquierda demócrata y la derecha neoliberal dentro del partido en el poder. En ese contexto, la elección se llevó a cabo organizada y evaluada por el poder ejecutivo federal, a través de la Comisión Federal Electoral (CFE), a la que se le cayó el sistema electoral, con lo que se posibilitó, otra vez sospechosamente, el triunfo del partido en el poder.
Un detalle curioso. Esa CFE, la Comisión Federal Electoral, estaba presidida por el entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz; actual director de otra CFE, la Comisión Federal de Electricidad; misma comisión a la que en las últimas fechas se le ha caído el sistema eléctrico en varias zonas del país.
La democracia no es sólo votar y defender el voto. Implica también saber de donde venimos y a dónde queremos ir. Y trabajar por ello.
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