25N: Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer

736 millones de mujeres han sido víctimas de violencia física y/o sexual por lo menos una vez en la vida, esto es casi 1 de cada 3 mujeres a nivel global, de acuerdo con los cálculos que la ONU presentó en torno a la conmemoración del Día Internacional para Eliminar la Violencia contra las Mujeres.

La fecha de este, como ocurre con otras conmemoraciones, está asociada a un evento trágico, el caso de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, quienes el 25 de noviembre de 1960 fueron asesinadas por agentes de la dictadura de Trujillo en República Dominicana. Obviamente, esta conmemoración no comenzó desde entonces, sino que se atribuye al Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, que se realizó en 1981 en Bogotá, el establecimiento del 25 de noviembre como Día Internacional de No Violencia contra las Mujeres. Pasó más tiempo y, a partir del año 2000, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó esta misma fecha como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con una orientación hacia gobiernos nacionales, organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales, para hacer conciencia pública sobre esta problemática.

Más allá de las conmemoraciones, la lucha de muchas generaciones nos ha permitido tener marcos normativos internacionales, nacionales y locales, como es el caso de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que aprobó la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1993; o la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que se promulgó en México en febrero de 2007 y ha sido reformada en varias ocasiones. En los años recientes hemos visto la aprobación de iniciativas con nombres de mujeres, que son una consecuencia de la violencia que sufrieron, tal es el caso de la Ley Olimpia o la Ley Ingrid. Legislar es fundamental porque permite que los derechos sean exigibles y justiciables. Sin embargo, no es suficiente.

Este año, los 16 días de activismo, que comienzan con la conmemoración del Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer, ponen el énfasis precisamente en el activismo frente a la violencia de género, bajo el lema “Invertir para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas”. Durante años hemos hablado de la necesidad de visibilizar el problema, porque lo que no se ve parece que no existe.

Poner el énfasis en invertir significa reconocer que no es suficiente con identificar la problemática de la violencia de género y sensibilizarnos ante ella, ni siquiera es suficiente legislar si no se trabaja en programas integrales para prevenir y erradicar la violencia. Ahí la exhortación de las Naciones Unidas tiene un punto clave: los gobiernos requieren asignar suficiente presupuesto para esto. Pero incluso el presupuesto puede no ser definitorio si no se tienen políticas públicas claras y congruentes. Como ciudadanía, es muy importante que revisemos la agenda de género en las candidaturas que se están construyendo hace tiempo y que serán nuestras opciones el próximo año.

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