Arte y política

Es válido que conversemos en este mundo que nos está y que nos ha tocado vivir de tantas confusiones políticas, ¿cómo podemos cuestionar lo político de la estética? o ¿cómo podemos cuestionar la estética de la política? Más cuando vemos cómo se comportan los discursos y las actitudes de estos personajes que son claves en el liderazgo de la nación a partir de las entidades de interés público y, ¿qué queremos decir cuando hablamos de un cuestionamiento político de la estética?, ¿cuál es la expresión que queremos lograr? Creo que ya no es posible que podamos responder a estas preguntas en esta época, porque empieza a hacerse necesario que se produzca una articulación nueva y una nueva manera de definir el arte y la política, aun a riesgo de las consecuencias que derivan de la tecnología planetaria en la que estamos inmersos, ese concepto que acuñó el ser y el tiempo de Heidegger, ese estar en el mundo que te permita hacerte visible y prever lo que ves a tu alrededor.

De manera que arte y política son, me parece a mí, que hoy convocados a forjar una nueva alianza y permitir nuevas reflexiones de cómo responder el despliegue de planetario de la tecnología, a tiempo real, en donde el tiempo y el espacio han causado ya nueva definición, que pudiéramos llamarla como los académicos “una catástrofe de sentido”, esta reflexión nos permite ubicar de qué manera podemos interpretar la miseria simbólica que invade el mundo. Ese dominio de nuevos lenguajes y esa reflexión que hoy es urgente para que nos conduzca a una nueva resignificación y a una transformación creativa, sobre todo, con una gran esencia humana y entonces, habrá que imaginar los términos en los que la metafísica, el ordenamiento de juicios deductivos, nos permite construir un nuevo ser en el mundo, nos permita que se haga posible una consideración legible de nosotros y de los demás y de lo otro, de lo contrario estaríamos haciendo una configuración en los que en elementos se organizan en una forma de escritura.

Sin esta nueva metafísica que nos llama a las nuevas tecnologías para redefinir lo político de la estética, a lo estético de la política, no podríamos seguir avanzando para entender qué es lo que está ocurriendo hoy día.

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