Buena oportunidad para la Presidenta

Seguro que la presidenta Claudia Sheinbaum echará a Adán Augusto López y a Ricardo Monreal de sus cargos al frente de las legislaturas. Para ella es una oportunidad de oro el pleito que se dio entre ellos. Ahora son impresentables e intratables. Lo primero porque pesa sobre ellos la mancha de la corrupción, lo segundo porque será imposible que no vuelvan al ring.

La oportunidad para la presidenta es decir “aquí mando yo” y no quiero niñerías en los más altos mandos políticos de Morena. Será un doble hit. Al quitarse a Adán Augusto, desconecta su gobierno de las ideas de López Obrador. Sabrá que no le impondrán a nadie como lo hizo Adán Augusto con Rosario Piedra Ibarra en Derechos Humanos.

Morena funciona como lo hacía el PRI, sólo era reconocida una autoridad máxima y esa la tenía el presidente en turno. Es el presidencialismo resucitado, todos obedecen sin chistar. La separación de poderes nunca existió hasta que perdieron el Congreso en 1997. Sin el estorbo de los peleoneros, en Palacio se dará línea cuando sea necesario y será impensable una escenita como la que tuvieron dos viejos políticos emanados del PRI.
Claudia tiene que mostrar carácter para que le hagan caso y no parezca la delegada de Palenque. Eso hará y le dará frescura a su mandato, también será una señal para Andy López Beltrán. Su jefe no es su jefe sino ella. Si por alguna circunstancia Adán Augusto y Ricardo se ponen rijosos, hay una lista de pendientes en sus haberes. Se alinearon como “corcholatas” y lo harán como funcionarios.

Dicen que el pleito es por dinero del presupuesto del Senado, que es por 120 millones. Cualquiera de los dos los tiene multiplicados por 10. Si fuera un pequeño ajuste del gasto en el Senado, lo habrían podido resolver en lo corto y no con una pataleta. El fondo debe ser mucho más negro y oscuro, referido a pleitos añejos de poder. Para que el líder del Senado le diga pillo al líder del Congreso es claro que hay un odio irreconciliable.

La líder del partido, Luisa María Alcalde, sacó la macana con más fuerza que Palacio. Según dijo, no debe permitirse la corrupción y debe de investigarse la acusación que hizo Adán Augusto en contra de Monreal. Pero eso es también pura retórica. No hemos sabido nada de otros casos escandalosos como el de Segalmex.

Según columnistas nacionales, la “renuncia” de los líderes se dará en enero. Estamos cerca de la Navidad y los festejos de Año Nuevo, además diputados y senadores se fueron a disfrutar su aguinaldo sin tener que tomar bando. El tabasqueño dirá, con su acento tropical, que dejará el camino libre y bla, bla, bla. Monreal, con su voz pomposa, dirá que lo mejor para la república es su renuncia al liderazgo en la cámara, igualito que se sometió a AMLO diciendo que él sin el macuspano no era nadie. No es difícil imaginarlo. La Presidenta, en su mañanera dirá que fue lo mejor para todos y así será.

En cualquier organización política no es cómodo trabajar con equipo prestado, con funcionarios que primero llaman a sus exjefes y luego se reportan con el actual. Raro que políticos tan experimentados no entiendan los ritos y hábitos forjados desde antaño en el PRI.

Hay otros subordinados que tampoco son cómodos para Claudia, pero no hay prisa, lo importante es despachar a quienes se pusieron en bandeja para reciclarlos en tareas menores.

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