Cambio de discurso desde el poder

En los últimos días ha comenzado a circular un video en redes sociales del presidente López Obrador cuando todavía era ese eterno candidato de la izquierda mexicana, cuando todavía era oposición y cuando pensaba muy distinto al hombre que actualmente ostenta el poder ejecutivo federal.

Aun sin saber con exactitud la fecha de dicho video, lo claro es que se trata de un mitin político en el Zócalo de la Ciudad de México, ese sitio del cual se siente único dueño, amo y señor; precisamente donde este fin de semana culminará su multitudinaria marcha con el pretexto del cuarto año de haber conquistado el máximo poder político.

Quisiera citar textualmente las palabras del entonces ciudadano Andrés Manuel López Obrador: “…el presidente de México debe de actuar como hombre de estado, como estadista, no debe comportarse como jefe de partido, de facción o de grupo. El presidente debe representar a todos los mexicanos; el presidente debe ser factor de concordia y de unidad nacional. El presidente no puede utilizar a las instituciones de manera facciosa, ni para ayudar a sus amigos ni para destruir a sus adversarios. (…) Desde luego que pensamos distinto(s), eso es natural en unas sociedad democrática, no puede haber un pensamiento único; pensamos distinto(s), pero no hay motivos para que nadie se preocupe o se alarme con nuestro proyecto alternativo de nación. Además, no hay que imaginar cosas que no van a suceder. Nosotros no odiamos ni buscaremos venganzas. No vamos a perseguir a nadie, no inventaremos delitos, no daremos consignas al poder judicial o al ministerio público. Seremos absolutamente respetuosos de nuestros adversarios y del derecho a disentir. Nosotros nunca vamos a apostar a destruir a nuestros adversarios. No vamos a actuar de esa manera. Además la gran tarea de la transformación del país requiere de tolerancia, de acuerdos, de concordia y sobretodo de no perder el tiempo en revanchas políticas; porque la gente lo que exige en todas partes, en el norte, en el centro, en el sur del país, el pueblo de México lo que está demandando son resultados inmediatos y concretos para contar con empleo, vivir con tranquilidad, seguridad y bienestar”.

Resulta en verdad irónico como el discurso del presidente de la república era muy distinto cuando era opositor, al que día a día escuchamos en sus conferencias de prensa matutinas. Y más en lo que particularmente se refiere al hecho de que él, quizás de dientes hacia afuera, creía y decía que el presidente de México debe representar a todos los mexicanos, siendo factor de concordia y unidad.

Y es que desde que llegó al poder aquel primero de diciembre de dos mil dieciocho, en lo que parece ser una prioridad, es en la de dividir constantemente al pueblo de México. Quienes están a favor de la transformación y los que no.

Quienes son neoliberales y los fieles a su régimen.

Quienes son fifís y los que son pueblo. Los que son aspiracioncitas clase medieros y el pueblo sabio.

Quienes son sus adversarios y quienes lo apoyan ciegamente. Y quienes apoyan la libertad de expresión de la prensa libre y quienes pertenecen a la prensa cegada y a los pies de la voluntad de un solo hombre.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión