Cambio de gobierno
Si hay una máxima que ilustra el comportamiento de nuestras vidas, consiste en que el cambio es la única cosa en el universo que no cambia, aludiendo al clásico Heraclio y al I Ching chino.
Cambiamos aunque no nos percatamos en lo individual y cuando esto se nos revela en lo social puede llegar a angustiar o redimir. Las alternancias son siempre motivo de alegría para unos y tristeza para otros.
Los cambios de gobierno, al margen de como lo viven los gobernantes, que poco importa, es como lo viven los gobernados. “Muera el rey, viva el rey” es el método más usual e inequívoco del sentir por los gobernantes, lo que realmente importa es darle continuidad al contrato social
El cambio en una sociedad democrática es inminente y necesaria, no se gobierna para siempre, aunque si para todos. Experimentamos una situación inédita en México y en Aguascalientes por tratarse de una alianza inusual, intrépida e incomprensible hasta hace menos de 4 años.
La necesidad, el miedo o el sentido de sobrevivencia obligó que la estrategia fuera la de unir fuerzas, lo cual no siempre es fruto de la razón, más bien -para el caso- de la conmoción.
La triple alianza se produce en virtud de un enemigo común que está deglutiendo paso a paso con poca o nula resistencia, no tanto por el virtuosismo del vencedor cuanto por la torpeza de los tres juntos.
Aguascalientes, como estado distinto, resistió la embestida de Morena el año pasado. Estaba cantado y la gobernadora Teresa Jiménez, hizo su tarea y ganó. Bien ganado.
No obstante, la duda cabe de haberse producido en una elección general: ¿cuál sería el panorama en el congreso y los municipios?, desde luego que el resultado sería muy diferente. Es innegable el avance de Morena con Nora Ruvalcaba, la frialdad de los números lo atestiguan.
Lo cierto es que el PAN resistió, el PRI inhibió y el PRD contempló.
Los borregos referentes al gabinete de Teresa Jiménez alianza, no se hicieron esperar -unos si, otros quien sabe y muchos no- sin embargo, se atendieron las necesidades de las partes y hay pluralismo, es un gabinete multifacético y variopinto. Equidad, experiencia, conocimientos, representación, tecnócratas y políticos.
Sean o no las y los mejores son los que quiso la gobernadora, y cuentan con su confianza y compromiso. Eso basta, el tiempo lo dirá.
Por algún motivo se sabe poco de ellos en términos de su participación cívica, su curriculum social: ¿quiénes son?, al margen de lo público y de lo privado, ¿qué hacen o han hecho por la comunidad en la que viven?, ¿en qué participan?, ¿con quién cooperan?, ¿qué hacen por su escuela, barrio, ciudad, estado, país o por el mundo? Y hay varios que lo son y se sabe poco y habla mucho bien de ellos: integrantes de OSC, de cámaras, de colegios, de colectivos, y por supuesto miembros del partido político que dio el triunfo, el PAN.
Ahora, de manera simultánea, se abren los procesos internos en el PRI y en el PAN. Morena ya hizo lo propio, y el resultado es que se fortalece Nora y apuntala a Aldo, cada uno con su precandidato o precandidata, pero ya están firmes y operando. Toca a los aliancistas entregar buenas cuentas. En ambos casos están viendo de reojo que hace uno y el otro, están atentos, como es de esperar.
El PAN sabe su cuento y les ha salido bien. Su fórmula es que lo que es del gobierno en gobierno, y lo que es del partido al partido. En otros términos, los que despachan en gobierno que saquen las manos del partido, ellos ya tienen su representación cubierta, si bien son dos líneas que corren en el mismo sentido y se llegan a cruzar, no son la misma cosa, como si lo fue en el PRI Gobierno. En el PAN han aprendido a mantener la sana distancia y con ello a dialogar, a negociar, pese a las divisiones, suelen salir unidos. En ese sentido, el PAN seguramente no hará ruido.
Donde ya lo hay y no dejará de haber dimes y diretes es en el PRI. Aún no hay convocatoria y las rebeliones ya salen a defender su plaza contra una eventual imposición del centro, los cercanos o cercanas a Alito y compañía. De ser así, pues mejor que no haya convocatoria y se evitan muchos berrinches y ahorran mucho dinero, pero el resultado es inevitable de PRI a RIP, es una apuesta de perder-perder considerando y viendo qué buena parte de esas figuras que se quejan y reclaman piso parejo, como es justo y debido, si se les niega, evidentemente jugarán con otros colores en dos años, dando al traste con la alianza y con el noble gobierno de Tere Jiménez.
Sin embargo, todo a punta que no será así, como suponen los siempre beneficiarios de las cúpulas; conviene no hacerles caso en esta ocasión para salvar lo poco rescatable. Esto lo digo yo.
El PRI se debe sacudir y para ello se ha de abrir el proceso y que participen todas y todos a aquellos que quieran apuntalar al PRI en Aguascalientes. Eso es lo ideal, para los de adentro y para los de afuera.
Digamos, para que me entienda, que la gobernabilidad, o si prefiere la gobernanza está en juego en las internas de los dos partidos aliados, y, creo, sospecho, advierto que los más interesados en que el PRI se sostenga y opere, no como apéndice, ni como mero testigo ocular, es al PAN.
El clásico lo diría elegantemente, lo que resiste, apoya. Habrá que estar atentos a lo que acontece en los partidos políticos, no es bagatela, el 2024, ya está a la vista y hay mucho en juego.
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