Carta de presentación
Durante esta semana leí un tuit que me provocó el detenerme a reflexionar respecto a la visión que se tiene a nivel internacional de nuestro país. Textualmente el tuit decía lo siguiente: Criticábamos a Catar por ser la sede de la Copa Mundial de la FIFA y no nos damos cuenta que México será sede en el 2026.
Y es que muy a pesar que las diferencias culturales existentes entre un país de Oriente Medio y el nuestro, lo cierto es que la constante violencia en la que estamos sumergidos los mexicanos, no nos hace muy distintos a los cataríes; me explico. Las críticas a Catar se centraban principalmente en materia de Derechos Humanos, siendo que en México la situación del día a día es bastante parecida.
Lo que sucedió el jueves pasado en el Estado de Sinaloa, nos permitió ver el poder de combate que tiene el crimen organizado, el cómo pueden generar de un momento a otro un factor real de ingobernabilidad; lo que únicamente se puede traducir en que México es un país inseguro, tanto para los mexicanos como para los extranjeros.
¿Verdaderamente esa es nuestra carta de presentación para que los aficionados al futbol quieran venir a México el siguiente mundial? Algunos podrán argumentar que el segundo culiacanazo es un tema aislado, sin embargo, eso no puede estar más alejado de la realidad. No podemos tapar el sol con un dedo, ya que la presencia y el poder del narco en todo el territorio nacional en mayor o menor medida es una realidad.
Ahora bien, una cosa es clara, la estrategia de “abrazos, no balazos” evidentemente no funcionó, ya que la única forma en la que aparentemente estas personas entienden es a través del uso de la fuerza. Algo que aparentemente los seguidores de la autodenominada cuarta transformación ya se han dado cuenta, muy a pesar que durante años no se cansaron en criticar la estrategia comenzada en el gobierno de Felipe Calderón y seguida durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
En el mismo tenor, tampoco podemos sacar de la ecuación de que la captura de Ovidio Guzmán curiosamente coincide en la vísperas del inicio de la Cumbre de Líderes de América del Norte; pues resulta inverosímil que desde el año 2019 el gobierno federal sabía de la ubicación del mencionado narcotraficante y esperaran poco más de tres años para recapturarlo, justo cuando el presidente de los EE.UU. y el primer ministro canadiense están por llegar a México.
En verdad quisiera equivocarme y creer que ahora sí el gobierno del presidente López Obrador decidió cambiar su estrategia de seguridad al combatir frontalmente a la delincuencia y no solamente hacer un espectáculo de grandes dimensiones para hacer como que si hacen algo y darle atole con el dedo a nuestro vecinos norteamericanos.
En resumen, lo que más queremos los mexicanos es que cese la violencia y la inseguridad, y a pesar de ser un tema multifactorial únicamente tenemos la opción de confiar en las autoridades, pues finalmente el uso legítimo de la fuerza está reservada al Estado mexicano.
Ya para concluir, únicamente quisiera recordar el asunto del presunto plagio cometido por una ministra de la Suprema Corte, una cosa es que no haya llegado a la presidencia de la propia Corte y otra muy distinta es que permanezca en el máximo tribunal de justicia teniendo un señalamiento de tal magnitud.
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