Cinco años con Guardia Nacional, nada que celebrar

Hará unas tres semanas, temprano, como a las diez de la mañana en la segunda cuadra de la calle Juan de Montoro se encontraba una camioneta artillada de la Guardia Nacional, con un personal de ocho o nueve soldados o guardias, son igualitos, el artillero en su puesto y los otros cumpliendo una delicada misión. Se detuvieron obstruyendo la circulación, en lugar prohibido, para cumplir con el artìculo 308 del Código Civil Federal: la misión, comprar gorditas. La prepotencia, la falta de respeto a las reglamentaciones y a la ciudadanía, caracteriza a este cuerpo formado con los redrojos de cuerpos militares y algún remiso de la policía federal. Qué se frieguen los demás, la Guardia Nacional va a comprar gorditas.

Uno preguntaría ¿Por qué no van a comprarlas a San Francisco de los Romo, que dicen que las hay más sabrosas? Hay poderosas razones para no ir allá. Más o menos como las que tenìa aquel policía apodado El Cuchillo, que estando de guardia en el Jardín de Cholula, le corrieron a avisar que en los corrales del Panteón había una riña. El aludido contestó "yo soy guardián del orden, no del desorden". Es menos peligroso hacer como que vigilo el centro y como gorditas, que ir a donde está el desorden.

Viene a cuento porque hace unos días, según fotografía que apareció en los periódicos, se cumplieron, nada que celebrar, 5 años de la Guardia que debería ser Civil y que de hecho y pronto de derecho se convertirá en un cuerpo más del Ejército, el que López Obrador prometió regresar a los cuarteles, pero que, siguiendo el ejemplo del sátrapa Hugo Chàvez y de su caricatura Maduro, prefirió dejar, junto con una Guardia Nacional, como soporte de su gobierno. Me llamó la atención no ver en la foto al Fiscal y si otros funcionarios sin su responsabilidad constitucional y llamó la atención que, el mismo día, relevaron al Comandante de la Guardia en esta ciudad..

Ni en el país ni en el estado se puede decir que el ejército y menos la Guardia Nacional hayan rendido los frutos que se esperaban en el combate a la delincuencia. Es cierto que en las últimas semanas se han incrementado notablmente las puestas a disposición, pero también es cierto que se manipulan los datos, pero no se puede impedir cruzarlos, La presencia del narco, al aumento de las adicciones, las muertes violentas y las desapariciones son cosa de todos los días. Nada que celebrar.

Es todo por hoy hasta una próxima...si la hay.

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Jesús Eduardo Martín Jáuregui
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