Corrupción en la educación

Es casi conocido por todos nosotros que la corrupción es un problema que siempre ha prevalecido en México desde hace muchísimos años, los distintos gobiernos han implementado medidas que tienden a abatir estos de corrupción que se presentan a lo largo y ancho de la administración.

Sin duda estas medidas se fueron reforzando a partir del cambio democrático que se dio en el 2000 con la creación del INAE, con la creación del Sistema Nacional Anticorrupción y otras medidas administrativas orientadas de manera directa e indirecta, a regular el abuso de poder y a volver más eficiente el trabajo del gobierno. Sin embargo, la corrupción se sigue presentando como uno de los principales problemas del país, muchos de los estudios nos hablan de dos causas que propician esta condición de alta corrupción en el país; la primera, analiza los factores institucionales de la corrupción que se presentan a través de barreras procedimentales en trámites y servicios gubernamentales, ¿qué quiere decir esto? Que los trámites gubernamentales propician acciones de corrupción a lo largo y ancho del aparato público, un caso ejemplar de esta situación es todos estos sistemas de asignación directa de contratos de obras y servicios que se han venido.

Entrando en México en los últimos cinco años con el pretexto de que se trata de temas de seguridad nacional o de seguridad pública y que por ello debe prevalecer una cierta discrecionalidad en la asignación de estos contratos.

 La segunda de las causas examina los elementos asociados a la cultura y a los comportamientos políticos, con ellos se pretende determinar que los factores asociados como la cultura política, así como las características de la eficiencia gubernamental en la realización de algunos trámites y en la participación de actores políticos contribuyen a una explicación más amplia de las decisiones sobre por qué toleramos la corrupción y la probabilidad de que esta siga ocurriendo.

Me parece importante destacar como la actitud política del gobierno, de los gobernantes, frente al cumplimiento del estado de derecho, propicia a su vez condiciones que impulsan la corrupción a lo largo y ancho de la administración pública.

Este tema se vuelve muy relevante con lo que ha venido ocurriendo en la degradación institucional en la que nos hemos envuelto en estos últimos años del gobierno populista autoritario de López Obrador.

A esa degeneración institucional, teatrales, constantes, a las instituciones públicas como el INAI, como la Corte, como los tribunales electorales, como el INE, etcétera, detrás de eso, hay una cepa muy importante de incumplimiento del estado de derecho. Al presidente de la República parece no interesarle el estado de derecho, si ese estado de derecho no favorece sus conductas u opiniones.

¿Y por qué saco a relucir este tema de la corrupción asociada al incumplimiento del estado de derecho? Pues justamente por dos temas concretos que han ocurrido esta semana; el primero de ellos, es que se ha considerado en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que el presidente puede estar cometiendo actos de violencia política de género en contra de Xóchitl Gálvez. Ya sabemos que Xóchitl Gálvez es quizás la precandidata de oposición a dirigir el Frente Amplio por México, que tiene mayores probabilidades de salir adelante en la participación interna de este Frente Amplio y el presidente de la República, haciendo un lado todo el estado de derecho que lo rige, que recordemos, él juró guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen, pues simplemente se ha dedicado a revelar datos personales para atacarla utilizando recursos públicos y el púlpito presidencial, todo hecho en una flagrante violación al estado de derecho.

El segundo tema de incumplimiento de este estado de derecho tiene que ver con una resolución de un juzgado de distrito, que ordenó a las autoridades de la Secretaría de Educación Pública revisar y detener la impresión de los libros de texto. Sabemos que hay una queja de la Unión de Padres de Familia de México sobre el contenido ideológico que se le está dando a los libros de texto y sobre el criterio, a razón de lo que ellos piensan, de que no hay mayor perversidad y corrupción que pervertir la mente de los niños tratando de introducir temas ideológicos en su formación en su educación. Hubo una orden que se dio por las autoridades jurisdiccionales de detener la impresión de estos libros de texto y la Secretaría de Educación simplemente la ha ignorado.

Ignorar la ley, ignorar el estado de derecho, es propiciar la corrupción en las instituciones, lo que hace el presidente de la República y su gobierno propicia la corrupción. Lejos, estamos de una verdadera limpia y de una verdadera renovación, que alejara la corrupción del funcionamiento del sistema mexicano, por el contrario, es que esta administración, en estos cinco años, ha profundizado la corrupción institucional, de tal manera que se utiliza ahora el estado de derecho como un arma de conveniencia a la administración pública y al presidente turno.

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Jorge Manuel Aguirre
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