Costoso gasto en los partidos
El pasado 12 de enero el Consejo general del IEE aprobó la distribución de financiamiento para los partidos políticos en el Estado, con un total $67,174,200 pesos. Si escucho bien, y eso que este año no es año electoral. Así y con esa cantidad, es como de nuestros impuestos la burocracia partidista se llevará gran tajada del presupuestaria, para muestra el PAN tendrá $26,159,994.35 y MORENA $16,873,304.68, después el PRI $9,878,924.80 y aunque usted no lo crea partidos como MC y PRD se llevaran $6,792,811.61, este último prácticamente sin hacer campaña. Esto solo del presupuesto local, falta el recurso federal que les otorgue el INE.
Lo anterior se justifico por los años que México vivió en una dictadura blanda con el PRI gobierno; y cuando llego la transición y los alborees de la democracia, se trato de sustentar las condiciones democráticas con un financiamiento suficiente a los partidos, para con ello igualar la competitividad en las contiendas electorales. Pero parece que desemboco en un desproporcional incremento en dicho financiamiento; que, además, no se reflejó en mayor cultura política y cívica, en cambio, lo que se ocasionó fue una explosión y crecimiento de la burocracia partidista, se pasó de una militancia por convicción a la contratación de personal en los partidos, tener una actividad en un partido político dejo de ser un trabajo de voluntad y coincidencia ideológica para hoy ser una mera transacción monetaria.
El expresidente del entonces IFE hoy INE, Luis Carlos Ugalde expreso “Si más financiamiento público a los partidos significara mejor democracia, más calidad del debate público y mejores gobiernos, bienvenida la inversión. Pero más dinero puede tener justamente el efecto contrario: más burocracias, más confort político, más adicción al dinero público. Y el exceso de dinero en los partidos en lugar de atraer mejor talento, con frecuencia acaba por atraer a más oportunistas que quieren vivir de jugosas prerrogativas.” También es importante cuestionar como se obtiene la bolsa para repartirlo.
El monto del financiamiento se obtiene a partir de: multiplicar el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral del Estado, por el 65% del valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), considero que la fórmula de tomar solo número de ciudadanos de padrón electoral es inflar la cantidad de dinero año con año, elección, tras elección. Lo ideal sería que fuera con el número de votantes (por la participación o abstención electoral) y no con el número de ciudadanos. Esto generaría un incentivo para que, partidos promuevan la participación de las mayorías y campañas más propositivas para que más fueran a votar, en cambio, hoy solo se enfocan en el hueco marketing, atender sus clientelas que les regalan cobijas, plásticos, despensas y gorras; Por tanto, si no cambiaran la forma de hacer campaña, seguiría creciendo el abstencionismo, y con la fórmula que propongo, repercutiría directamente en el ingreso y recurso que se les destina.
Por otro lado, en los años que no hay campaña los partidos deberían subsistir en mayor medida de las aportaciones voluntarias y donaciones particulares, que hace mucho que dejaron de ser un mecanismo de financiamiento partidista, ¿Quién no recuerda el “boteo” del PRD que se hacía en sus primeros años, la rifa nacional que realizaba el PAN o los certificados de aportación voluntaria que el PRI otorgaba y que los donadores orgullosos enmarcaban y ponían en sus casas u oficinas?
Hoy todo eso quedo en el pasado. Hoy solo alzan la mano para que se les otorgue dinero, pero es importante debatir y cambiar para mejorar de acuerdo con las realidades que vive el ciudadano.
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