Crisis de partidos políticos
No dejamos de sorprendernos por la actividad política, el discurso y la narrativa de los partidos políticos, cada día es más impresionante, nos dejan boquiabiertos, yo no diría que sorprendidos porque sabemos los alcances y las limitaciones de eso que está partido: padrones abultados, padrones cerrados, clausurados.
Pero en fin, eso nos lleva a reflexionar sobre la crisis de los partidos políticos en este primer cuarto del Siglo XXI, entre otras causas, es la desconfianza. La ciudadanía tiene una enorme desconfianza sobre los partidos políticos porque desempeñan un papel fundamental para generar la desconfianza entre todos los ciudadanos, y eso les ha afectado en su legitimación para representar a la sociedad, y prueba de ello es que el Partido Acción Nacional obtuvo solamente tres diputaciones de mayoría relativa, las tres aquí en Aguascalientes. El Partido Revolucionario Institucional ninguna, eso es una prueba sostenible de la crisis que enfrentan los partidos políticos.
La otra es el desaliento electoral. Hay un enorme desaliento porque los partidos políticos en México son entidades de interés pública, pero se aferran a ser maquinarias electorales, por lo tanto, pierden su contacto con la ciudadanía para generar una narrativa común, un discurso conjunto que vaya a resolver los grandes problemas nacionales, y vaya que los tenemos.
Otro aspecto son los cambios socioculturales. Esto debemos de tenerlo siempre presente, las culturas se van generando día a día, se van modificando, la interacción entre conocimientos, saberes, impulsos, humores sociales, van configurando el restablecimiento, el perfeccionamiento o la aparición de nuevas culturas que tienen que convivir es un mundo plural, en el cual las culturas van dialogando de manera paralela. pero los partidos políticos no han querido construir este discurso común, no se han sumado a ese discurso.
Otro aspecto importante, creo yo, es la lejanía que los partidos políticos tienen con el desarrollo tecnológico, la información y la comunicación a la velocidad de la luz, les es ajena y les es imposible crear frases que lleven una contundencia fuerte y convincente en 15 segundos. No, no han podido lograrlo.
Otro factor que tenemos que considerar entre otros, pero me parece sustantivo, es la fragmentación y el surgimiento de nuevos partidos. En México esto se ha dado derivado de la posibilidad franquicia que existe en la ley para que los partidos políticos desde su inicio, aprobando todos los extremos para que el Instituto Nacional Electoral los declare partidos políticos nacionales, a partir de ese momento empiezan a recibir millones de pesos, y esto se va acrecentando en la medida que cumplen con el umbral del 3% de la votación en una elección, o lo pierden, como es el caso del Partido de la Revolución Democrática.
Hoy esta síntesis la podemos aplicar a lo que acabamos de vivir con el Partido Revolucionario Institucional, lo hemos visto en las noticias, era el único partido de masas que había existido en América Latina, envidia de los propios socialistas y de los comunistas, por una razón, tenía bases seccionales, es decir, tenía comités que lo hacían un partido empoderado, independientemente de la habilidad con la que fueron estructurando y dándole seguimiento a la manera de connotación de la sociedad.
El Partido Revolucionario Institucional ha tomado una decisión de ser un partido reeleccionista, habiendo nacido en el sufragio efectivo y la no reelección, y una camarilla que goza de la franquicia, tendrá a su cargo el partido Político Revolucionario Institucional, que debemos de decirlo para finalizar, que en México los partidos no ganan todo para siempre, pero tampoco pierden todo para siempre.
Ojalá que la nueva dirigencia, que es la vieja dirigencia del Revolucionario Institucional sepa conservar esa franquicia.
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