Cumbre de Líderes de América del Norte

Concluyó la Cumbre de Líderes de América del Norte en la que el aterrizaje del Presidente Norteamericano Joe Biden a bordo del Air Force One en la pista del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, despejó cualquier duda respecto de la funcionalidad y seguridad de la nueva central aérea. Nuestro nuevo aeropuerto es, hoy por hoy, un símbolo de los compromisos cumplidos por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Esta cumbre, en la que también participó el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, coincidió con hechos trascendentes para la región, por ejemplo recientemente la administración norteamericana presentó un plan migratorio consistente en otorgar 30 mil visas humanitarias a personas de Venezuela, Cuba y Nicaragua principalmente, sin embargo, esta medida va aparejada a una serie de deportaciones masivas. Ante ello, el gobierno de México en congruencia con los principios humanistas inherentes a la Cuarta Transformación abrió sus puertas para recibir a quienes por alguna razón no han podido conseguir este permiso. Tan sólo el pasado sábado México  recibió a 30 mil migrantes.

La política exterior de nuestro país atraviesa, sin duda, por su mejor momento. El gobierno de México ha refrendado su posición estratégica en la región y ha logrado establecer con claridad que, sin subordinación, podemos colaborar para que mediante el respeto y la ayuda mutua, México, Estados Unidos y Canadá afiancen la zona económica más relevante del planeta.

La agenda que guió la cumbre se dividió en seis ejes: Diversidad, Equidad e Inclusión, Medio Ambiente, Competitividad con el resto del mundo, Migración y Desarrollo, y Salud y Seguridad; entre los acuerdos trilaterales sobresale la firma de la declaración de la alianza norteamericana para la inclusión e igualdad racial, donde quedaron establecidos los compromisos de los tres países para luchar de manera frontal contra el racismo en la región.

Después de la cumbre tengo una certeza el presidente Andrés Manuel López Obrador se consolida como un líder mundial y referente moral de toda América, y si algún destino le espera al concluir su mandato este no está en el rancho ubicado en Palenque sino liderando la política internacional que sepulte el olvido, abandono y desdén que se han cernido sobre las poblaciones más vulnerables, en las zonas más marginadas de América Latina, el Caribe y el mundo entero.

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