Día de los Santos Inocentes

Hoy, 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, día en que la cultura popular acostumbra a magnificar la falsedad de las noticias.

Nada que celebrar el día de hoy, hemos tenido un año de inocencia por las mentiras y manipulaciones de líderes que creen que son políticos y que no han entendido que los políticos son las y los ciudadanos en general. 

Estos políticos se han acuñado esa manera carismática que han sido capaces de corroer las instituciones desde dentro. De eso hemos sido testigos todas y todos los mexicanos.

Otra de las inocentadas que nos han pasado, es que en México se ha cancelado el diálogo político y social porque hay un despotismo de las mayorías que cancela el diálogo de las minorías y, por otra parte, las minorías que han tenido la posibilidad de estar en la representación popular no han sido lo suficientemente argumentativos ni inteligentes para crear una oposición -por menor que sea- adecuada a las circunstancias de ese bono electoral que creen que se prolongará para muchos años o para toda la vida.

Lo que debemos tener muy claro es que la información está presente en el lenguaje, como algo esencialmente informativo, un intercambio o una unidad abstracta.

Así como el profesor enseña -y en sus clases hay un contenido cognitivo por el cual sus alumnos están aprendiendo valores, virtudes, disciplinas, impulsos finos o hábitos deseables- en la política el discurso se ha convertido en un motor de información, pero lo han cargado hacia la manipulación ideológica, lo cual le deja al auditorio la posibilidad de encontrar entre la falsedad y la mentira. El lenguaje ordena pensamientos, ideas o conceptos; no informa. Lo que informa son los contenidos de lenguaje y ahí es donde está la gran trampa en la que nos encontramos culturalmente las y los mexicanos.

Una imagen ha acompañado sonidos, imágenes o palabras que van diseñadas hacia

la adoración de quienes ostentan esas mayorías. Pero las imágenes, insisto, tienen un reverso: ideas, lenguajes, sentido o rasgos. Son estas las que hoy en día actúan como consigna y se encarnan en imágenes.

¿Qué es el segundo piso de la Cuatro T? No podemos entenderlo. ¿Cuál es esa metáfora? ¿A dónde nos lleva, realmente, a la ciudadanía?

La micropolítica se opone a la macro política desde el momento en que está cancelando desde que permite el despotismo de las mayorías y no deja construir un tejido a partir del diálogo. Entonces la política está cancelada, y ese es el gran día de los Santos Inocentes. La política ha quedado cancelada, no sólo el 28 de diciembre sino durante todo este periodo político del que hemos padecido.

Exijamos desde la trinchera ciudadana la transparencia y el mejor actuar de las y los políticos sin ofensas y sin trivialidades, siempre con verdad.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión.