Días nec factus 2024
Los sumerios, ese extraordinario pueblo primero en casi todo, que vivieron hace doce milenios poco más o menos en Mesopotamía, sí, sí, despistado oyente, en el valle formado por el Tigris y el Eufrates, fueron los primeros en hacer un calendario, los primeros en atribuir a la circunferencia trescientos sesenta grados tomando como referencia la duración del año, y como su sistema de conteo era duodecimal, es decir de base doce, dividieron el día en doce partes y la noche en otras doce que, en principio no eran iguales, porque la duración del período iluminado no es la misma a lo largo del movimiento de traslación de la tierra. Cómo les sobraban días, cinco y fracción cada año, porque el año no tiene los días justos, decidieron atribuir a los días faltantes cualidades mágicas.
Los romanos tomaron el ejemplo y lo impusieron en todo su imperio, o sea, desde Inglaterra hasta poco más allá de lo que ahora es Turquía. A los días sobrantes les llamaban días nec fastus de donde proviene la palabra española nefasto. Eran días de penitencia, de recogimiento, de oración. Ocasión para la meditación, la reflexión, el análisis, el arrepentimiento y los buenos o nuevos propósitos del año nuevo, cuyo inicio marcaba el solsticio de invierno con el nacimiento del Sol invicto. Así lo hacían en todas las religiones solares y los cristianos lo tomaron suplantando a Heliogábalo por Jesucristo.
Curiosamente los aztecas tenían una celebración similar con Tonatiuh, y tenían también sus días nefastos, los necesarios para completar el año, luego de 18 meses de 20 días, pero con una carga penitencial muy grande. Si los sacrificios durante el año no hubieran sido suficientes y agradables a los dioses, el sol, al sexto día, no saldría más. Una carga terrible para el pueblo azteca, de sus sacrificios dependía la continuidad del mundo, así que, unas cuantas doncellas sacrificadas eran una buena inversión.
Nos quedan pocas horas para hacer penitencia, porque este año perdimos mucho como dice el caricaturista Paco Calderón, perdimos la democracia, perdimos el poder judicial, perdimos la división de poderes, el estado de derecho, los órganos de control, la transparencia, el juicio de amparo y nos dejaron unairreconocible Constitución. Si hicieran falta sacrificios, se podría echar mano de algunas damas de la 4T, no muy jóvenes pero, a falta de pan buenas son gordas.
Feliz año. Es todo por hoy, hasta una próxima...si la hay.
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