El ejército en recreo, los carteles en lo suyo

En tanto las fuerzas armadas prepararon su numerito para celebrar el aniversario del colegio militar, la fiesta del presidente de la república y por no dejar el grito de Independencia, la delincuencia organizada, los carteles o los grupos criminales, como usted prefiera llamarles continuaban en una gran parte del país manifestando su hegemonía y control. "Vamos mejorando" dice el presidente, su mascota, la de la secretaría de seguridad pública, dió  un informe triunfalista, aunque su pésimo desempeño la hizo perder la oportunidad de gobernar la Ciudad de México. Finalmente será candidato un Nieto del general de Tlatelolco, hijo de un director Federal de seguridad y él mismo participe cuando la desaparición de los 43, que por cierto no se ha aclarado.  
Las fuerzas armadas presentaron un bonito cuadro en el Zócalo qué fue dedicado exclusivamente a su presencia y en la que el pueblo sabio no tuvo lugar. Allí presentaron cuadros gimnásticos, ahí desempolvaron la chatarra de artillería, allí representaron poesía coral y una bonita demostración de águilas en cautiverio. 
En menos de 10 días después, un grupo criminal envuelto en población civil, con un bulldozer destruyó una agencia de ministerio público en el Estado de Michoacán, otro asesinó en Chilpancingo a 2 funcionarios públicos y sus dos acompañantes en un bar de la capital de Guerrero, ayer en frontera Comalapa, Chiapas, hizo su entrada rampante un comando fuertemente armado integrado por una caravana de hombres y vehículos, qué se anunciaba cómo integrantes del Cártel de Sinaloa, los habitantes del pueblo, presenciaban su entrada vitoreándolos.
Entretanto, el presidente manifiesta que ya terminó su trabajo, que ya transformó al país, que el pueblo está feliz, feliz  y que en México, vamos bien, aunque les duela a los aspiracionistas, conservadores, neoliberales, facistas, sus adversarios, que inventan todos los días nuevas patrañas para desprestigiarlo.
El ejército sigue en las calles, la violencia continúa en todo el país, las medicinas brillan por su ausencia, los servicios médicos de mal en peor, la inseguridad en las ciudades y en las carreteras es el pan nuestro de todos los días, grandes áreas del país están controladas por los grupos criminales y las policías sin armamento, sin preparación, sin capacidad de fuego son presa fácil de la delincuencia organizada. El huachicoleo no terminó, el aeropuerto Felipe Ángeles no ha despegado, la refinería de dos bocas no ha producido un solo litro de combustible y el trenecito del sureste que ha costado más del doble de lo presupuestado, todavía falta mucho para que opere. El transísmico , y esa es la buena noticia ya está funcionando, con equipo y material incautado qué se estrenó hace 50 años. Esa es la maravilla de la 4t.
López Obrador sigue teniendo una aprobación de más del 60%.
Es todo por hoy, hasta una próxima, si la hay.

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