En boca de un profesor, implica una gran ignorancia

La semana pasada, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, por conducto de su secretario general, Alfonso Cepeda Salas, publicó una especie de carta abierta dirigida a la gobernadora Tere Jiménez. En esta intervención, doy contestación desde la posición de algunos ciudadanos, a esta carta del profesor licenciado Alfonso Cepeda Salas:

A un gran número de ciudadanos y organizaciones causó inquietud el desplegado que en medios locales se publicó bajo su firma en representación del magisterio de Aguascalientes y de México. Sabedores de que el organismo que representa tiene una función prevista en la Ley de Regulación de las Relaciones Laborales y que históricamente, ha tenido una participación política activa coincidiendo más allá de su marco legal como un órgano clientelar de control, no sorprende su publicación porque tradicionalmente, se ha ajustado los lineamientos del Ejecutivo Federal.

Manifiesta usted, una respetuosa exigencia en la gobernadora de Aguascalientes para que se repartan los libros de texto gratuitos, arrogándose una facultad que no tienen y con la pretensión de ignorar la decisión de una entidad soberana soportada, así, en la existencia de órganos ciudadanos y fundamentada en la decisión de órganos judiciales que usted, como profesor sabe, constituyen un poder en el diseño constitucional del país.

El edén y el aparente desconocimiento que muestran relación con la función de control de Poder Judicial al sostener que la judicialización traslada la política a la escuela y se convierte en violencia cultural, y repito, porque ha sido lo dijo, traslada la política a la escuela y se convierte en violencia cultural, preocupa profundamente porque en boca de un profesor, implica una gran ignorancia, o en el mejor de los casos, una deliberada omisión de civismo elemental. Además, pone de relieve algunas de las actividades de los políticos que como ciudadanos nos preocupan.

El debate público y las consultas que afirman, promoverán evidencia, también para mal, el desconocimiento de la Ley General de Educación, que lo plantea como un supuesto previo a la elaboración de los libros, incluyendo, un recordatorio para usted, la participación de las entidades federativas.

Con todo respeto, nos permitimos recordarle que solo la instancia ha llevado una política, a lo que usted llama federativamente, “la arena de la escuela pública” es el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. No se preocupe, no se olvide que la soberanía recibe a los ciudadanos y que tenemos el derecho fundamental de participar en la educación de nuestros hijos, sino también, de determinar las decisiones políticas fundamentales.

Es inaceptable que un gobierno unilateralmente pretenda modificar momentos constitucionales y haga a un lado las disposiciones legales para pretender imponer una visión cerrada del mundo y del ser humano. Es lamentable, también, la ignorancia que usted decide en cuanto a las capacidades técnicas y teóricas, el espíritu de trabajo, disposición de ánimo y unidad de los aguascalentenses y haberse informado conocería que la falta de los nuevos libros no es óbice para la enseñanza, que cuenta con material educativo de calidad y suficiente.

Exhortamos al sindicato que usted representa y a los docentes que agrupa, a que respeten el orden constitucional, a las autoridades judiciales y a las ejecutivas de las entidades federativas y que aguarden trabajando con su conocida capacidad y entrega, el resultado de los legítimos recursos legales que los ciudadanos, en uso pleno de nuestros derechos, hemos promovido.

Es todo por hoy, hasta una próxima, si la hay. 

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