Enseñanzas de la Batalla de Puebla

El 5 de mayo de 1862, hace 161 años, tropas francesas atacan la ciudad de Puebla, asentamiento de las fuerzas republicanas de Benito Juárez, el ejército mexicano, comandado por el general Ignacio Zaragoza, acompañado de Porfirio Díaz, después de tres asaltos consecutivos de las tropas extranjeras, el ejército de nuestro país aniquila totalmente a los usurpadores. Cuando se supo la noticia, causó conmoción en Europa y el mundo entero, ya que los franceses eran la potencia armada más poderosa de aquel entonces.

Está registrado que, en vísperas de la batalla, el general Charles Ferdinand, comandante en jefe de las tropas francesas, aseguró de que iba a derrotar fácilmente al ejército nacional y dominar al país. Convencido, rebosando de autoconfianza, escribió al ministro de Guerra de Francia, un reporte que finalizaba con la siguiente frase: "Tenemos sobre los mexicanos tal superioridad de raza, organización, disciplina, moralidad y elevación de sentimientos, que os ruego, digáis al emperador que a partir de este momento y a la cabeza de seis mil soldados, yo soy el amo de México".

Por el contrario, Zaragoza, sabiendo que su ejército estaba en desventaja, tanto en disciplina como en número y armamento, aprovechó el arrojo de sus hombres y les dijo su primera frase célebre al amanecer del 5 de mayo: "Nuestros enemigos son los primeros ciudadanos del mundo, pero vosotros sois los primeros hijos de México y os quieren arrebatar vuestra patria". Dispuso que el general Miguel Negrete dirigiera la defensa por la izquierda; el general Felipe Berriozábal por la derecha y ordenó a Porfirio Díaz que permaneciera junto a él. El combate se inició entre las once de la mañana y las doce del día, y ya como a las cuatro de la tarde, después de un copioso aguacero, los franceses ya estaban vencidos y se estaban retirando, avergonzados.

Al finalizar la batalla, el reporte de Ignacio Zaragoza al presidente Juárez decía lo siguiente: "El ejército francés se ha batido con mucha bizarría y su general en jefe se ha portado con torpeza en el ataque. Las armas nacionales se han cubierto de gloria; puedo afirmar con orgullo, que ni un solo momento volvió la espalda al enemigo el ejército mexicano, durante la larga lucha que sostuvo."

El triunfo significó para los mexicanos, la consecución de un éxito logrado pese a las divisiones de la sociedad, las condiciones desfavorables de inferioridad numérica y armamento ante el que se consideraba en esos momentos el mejor ejército del mundo, la moral caída por eventos anteriores, y la traición de algunos sectores de las élites y de la clase política que mostraban, simpatía y apoyo hacia los invasores.

Algunas enseñanzas pueden ser.

Que no hay objetivo invencible o in-lograble.

Que por más que el panorama parezca sombrío, hay forma de reponerse.

Que la soberbia es mala consejera.

Hay que dar motivos a nuestros equipos más allá de lo material y eso asegurara su desempeño.

El conocimiento del terreno te da ventajas.

Una estrategia bien establecida compensará tus posibles debilidades.

Finalmente, rodéate de personas capaces, y si te es posible mejores que tú.

Las enseñanzas no solo son de combate si no pueden ser usadas en nuestra vida actual, en la dirección o responsabilidades de tareas o equipos

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Noé García
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