Estructura y Superestructura en Marx

Siempre ha sido complicado hablar de la herencia filosófica, económica, o política de Karl Marx, ya que pesan diversos estigmas que empañan las aportaciones marxistas al desarrollo del pensamiento. Es un hecho que diversos movimientos políticos en diferentes países se han afirmado como “marxistas”, y que han resultado en realidades políticas antidemocráticas o de plano dictatoriales. Esto tiene que ver más con las ambiciones de poder de las nuevas élites en esas sociedades, que con los presuntos vicios que –de origen- pueda o no tener dicha teoría. Por eso es importante distinguir práctica de teoría..

Entre esas teorías marxistas que habría que revisar, se encuentra la de los componentes de Estructura y Superestructura. En esta explicación que Marx da sobre el desarrollo de las sociedades, podemos entender a la Estructura como la base material y económica sobre la que se sustenta la sociedad. Recordemos que en el marxismo el único poder real es el que parte de lo material; es decir, del acceso real al poder económico y su reproducción. En este sentido, quien posee los medios de producción económica es quien domina la Estructura. Esto condiciona a la Superestructura.

Entre esas teorías marxistas que habría que revisar, se encuentra la de los componentes de Estruc Superestructura. En esta explicación que Marx da sobre el desarrollo de las sociedades, podemos entender a la Estructura como la base material y económica sobre la que se sustenta la sociedad. Recordemos que en el marxismo el único poder real es el que parte de lo material; es decir, del acceso real al poder económico y su reproducción. En este sentido, quien posee los medios de producción económica es quien domina la Estructura. Esto condiciona a la Superestructura..

La Superestructura, en Marx, es todo el andamiaje ideológico, jurídico, o cultural, que depende de la estructura. Es decir, las leyes, la ideología, o los componentes culturales obedecen a cómo está repartido el acceso al poder económico. Dicho de otra manera, la forma de pensar dominante en la sociedad depende de quién ejerce el dominio material. Si la sociedad es jerárquica y vertical, la cultura, la ley, y la ideología tenderán –por consecuencia- a ser jerárquicas y verticales. Pero no todo el tiempo la Superestructura se mantiene intacta; gracias a la lucha de clases estructural..

Así, cuando vemos cambios ideológicos importantes que dan voz a grupos históricamente relegados, es porque estos grupos han ganado pequeños palmos de poder económico que les permiten reproducir su ideología, su cultura, o tener impacto en las leyes. Por ejemplo, la lucha por la equidad de género comenzó cuando, en el industrialismo y en las entre guerras, las mujeres tuvieron que tener empleos remunerados. Esta posibilidad económica y material les permitió ocupar espacios para hacer escuchar su voz de maneras que antes les era imposible; eso impactó a la ideología, la cultura, y la legislación..

Del mismo modo ha sucedido, en la lucha de clases, con los diversos grupos relegados: los afrodescendientes, los migrantes, las poblaciones de la diversidad sexual, o los grupos etno raciales no hegemónicos. Ocupan espacios en la cultura, la política, o en los medios de comunicación; es decir, en la Superestructura; gracias a que han logrado presencia real en la Estructura material y económica. Sin embargo, la relación entre Estructura y Superestructura es simbiótica; o sea, que una vez que en la Superestructura cunde la presencia de los marginados, esto puede acelerar los otros cambios estructurales..

Por eso es importante releer a Marx, sin apasionamientos ideológicos, sino como un modo de entender los cambios históricos, sociales, económicos, políticos, y del desarrollo del pensamiento hegemónico. Eso nos puede permitir el comprender a cabalidad en qué lugar nos encontramos dentro de la lucha de clases, y en qué momento estamos dentro de ese misterioso péndulo que es la dialéctica material. Así, podremos tener criterios más amplios y posturas mejor construidas, lo que abonaría a una ciudadanía más crítica, mejor informada, y más participativa; y a una sociedad con más democracia y mejor civilidad.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión