Gasolinazo de fin de sexenio
Durante el fin de semana pasado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó sobre la decisión de eliminar el subsidio a la gasolina Magna, mientras que la gasolina Premium y el diésel continuarán sin subsidios, esto en el marco del último mes de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Si bien este cambio permitirá al gobierno de México ahorrarse una cantidad importante de recursos, al mismo tiempo, el costo económico de una gasolina sin estímulos fiscales recaerá en el bolsillo de los usuarios.
Cabe destacar que lo más sorprendente de la decisión no reside en la propia eliminación del subsidio sino en el momento en el que se hace. Tradicionalmente, el gobierno solía aplicar este estímulo cuando el precio de la gasolina era alto para de esta manera reducir el impacto en los bolsillos de los usuarios. Sin embargo, ahora la medida de la SHCP ocurre en un momento en que los precios de los combustibles se han incrementado de manera importante durante los últimos meses.
Una posible explicación detrás de esta decisión es la situación que guardan las finanzas públicas dentro del país, cuyo déficit fiscal ronda ya el 6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Y es que, durante los primeros siete meses del año, el gasto público se incrementó alrededor de un 11% en comparación con el año anterior, mientras que los ingresos fiscales apenas y crecieron un 3.3%. De ahí que podamos llegar a intuir que la eliminación del subsidio tenga como objetivo incrementar la recaudación fiscal. Recordemos que el impuesto a la gasolina representa la tercera fuente de ingresos por impuestos más importante del país, solo por detrás del IVA y el ISR.
La decisión de eliminar el subsidio está tomada, por lo que durante las próximas semanas se espera que el precio de las gasolinas se mantenga relativamente alto. Dependiendo de qué tanto se prolongue este aumento, es posible que durante el próximo año se vean afectados los precios de otros bienes y servicios relacionados, por ejemplo, los del transporte.
Lamentablemente, las estrategias que ha implementado el gobierno federal para tratar de reducir los costos de la gasolina, como la inversión en la refinería de Dos Bocas, hasta el momento inoperante, y la decisión de transportar los combustibles en pipas para evitar el huachicoleo, no han tenido un impacto en la reducción del precio de la gasolina hasta ahora.
En conclusión, la eliminación del estímulo fiscal no es más que un reflejo de la situación que guardan las finanzas públicas en la actualidad, y las consecuencias del importante incremento en el gasto durante los primeros meses del año. Queda ver cómo enfrentará la nueva administración el panorama actual de las finanzas públicas, y qué acciones tomará para mitigar la carga económica que esto tiene para las familias en México.
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