Generación de estudiantes de Pandemia
Aunque ya no se hable tanto del Covid-19, recordemos que los estragos que dejo serían a mediano y largo plazo, a tres años de convivir con dicha pandemia, es importante observar que en el tema educativo, precisamente con este ciclo escolar, se tendrá a la primera la generación marcada por dicha pandemia, ya que México fue el país que mantuvo las escuelas cerradas por más tiempo, aproximadamente 210 días para el caso de educación básica; lo que representa más de un ciclo escolar completo, trastocando a uno de los principales soportes sociales, el sistema educativo.
En aquel 2020, de manera brusca y hasta temeraria parte de la comunidad educativa exigió que se pararan las clases, sin mediar un plan, sin establecer acciones de contingencia, las voces de maestros, sindicatos y padres de familia nublados por el pánico decían “que se suspendan clases”, exactamente el 21 de marzo, pero de 2020 las autoridades educativas y sanitarias cedieron y decretaron el confinamiento por la pandemia, el gobierno federal sin timón en el tema, dejo a los sistemas educativos estatales a su suerte. Como es característica de un Estado como el nuestro, se realizó un diagnóstico y se implementó un plan de regreso seguro, al menos en los niveles y tipos educativos, donde el sindicato no tenía una injerencia y por ello fue el primer estado del país que regreso con el modelo hibrido solo en las universidades y preparatorias estatales.
Hoy los jóvenes que en 2020 entraron a 1er de secundaria y de prepa egresaran en julio y darán el salto a la educación media -unos- y superior -los otros-, si es la primera generación de alumnos marcada totalmente por la pandemia, y que vio efectos a corto plazo estrés académico y digital, falta de interacción y acompañamiento pedagógico y ello se reflejó en su que su desempeño y adquisición de aprendizajes clave no fuera de forma ideal. Ahora se comenzarán a ver los estragos de mediano plazo, pues las prepas y universidades recibirán a esa generación de alumnos donde al menos los de secundaria estuvieron casi un año y los de prepa 6 meses sin clases presenciales y otro tanto las tomaron de forma híbrida.
¿Por qué es importante traer el tema en este momento? Pues está en marcha el proceso de ingreso y selección para educación media y superior y es el momento oportuno para que las autoridades educativas aprovechen para establecer un instrumento que ayude a diagnosticar los efectos académicos, psicológicos y emocionales particulares y con ello se puedan establecer estrategias pertinentes para atenderlos.
Es fundamental medir la dimensión en la pérdida de aprendizajes fundamentales en lectura y matemáticas, así como la afectación cognitiva para el desarrollo académico del alumno, aunado a la falta de atención al bienestar socioemocional de estudiantes, maestras y maestros.
Las consecuencias de la deserción, la perdida de años de escolaridad y no recuperación de los aprendizajes, podrán ser catastróficas, y no solo en términos educativos, sino las repercusiones que tendrán para el desarrollo social e ingresos futuros para una región como la nuestra.
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