Genocidio

Dentro de los actos criminales contra la humanidad, perpetrados en los conflictos bélicos, uno de los más degradantes es el Genocidio; es decir, el asesinato de un grupo poblacional que comparte identidad étnica, cultural, religiosa, geográfica, o racial, con el fin de aniquilar, someter, o desplazar a la fuerza a ese grupo específico.

El genocidio ocurre siempre a partir de un desbalance de poder, dado que el grupo victimario posee más fuerza bélica y un dominio político mayor. Así, en el genocidio no sólo sucede el asesinato, sino la segregación del grupo violentado, impidiéndole el ejercicio de sus Derechos Humanos y el acceso al poder, la riqueza, los recursos, el empleo, o las oportunidades de desarrollo.

Ejemplos de Genocidio son la guerra yugoslava de los Balcanes, iniciada en 1991; el genocidio de Ruanda, de 1994, contra la población tutsi; o el más emblemático, sufrido por los judíos durante el nazismo. De hecho, el concepto jurídico de Genocidio surgió en la década de 1940, acuñado por Raphael Lemkin, un abogado judío polaco.

Por ello, es irónico ver que ahora la población palestina en Gaza y otras regiones es víctima de genocidio, justamente, en manos del Estado Israelí. Señalar y denunciar esto no es, para nada, antisemitismo. Además, es pertinente, ya que el 9 de diciembre es el Día Internacional para la Conmemoración y Dignificación de las Víctimas del Crimen de Genocidio y para la Prevención de ese Crimen. Alcemos la voz.

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