Golpe de regresión constitucional

No cabe duda que México vive una etapa de su historia que se caracteriza por el cambio y la incertidumbre en la vida institucional.

Hemos visto con frecuencia el propósito de esta administración de destruir o desarmar, prácticamente, las instituciones nacionales con base en la percepción y al rencor, más que aún diagnóstico serio y profundo del de lo que hacen o realizan estas instituciones, ahí está el caso del aeropuerto, el caso de los fideicomisos, y ahora, del propio INE. Sabemos que este entramado institucional, se ha creado en México por décadas, y que ahora, se pone en peligro a estas instituciones, se dice, por ser producto del modelo conservador neoliberal que se intenta superar, o, también se afirma, por haber guardado silencio entre los abusos y la corrupción del pasado.

A mí no me cabe duda, en el sentido de que el derroche, la frivolidad, el enriquecimiento inexplicable, y la corrupción de anteriores periodos gubernamentales, el desgaste, la falta de representatividad y congruencia de los partidos políticos y de los políticos, aunados a unas ofertas mejores y más cercanas a la ciudadanía, pues trajeron como consecuencia un cambio de gobierno, pero ese cambio de Gobierno habría que analizar y propicia una importante confrontación institucional, en donde diversos actores, que son cuestionados por el titular del Ejecutivo, resultan atacados directamente desde la tribuna presidencial, y prácticamente con nulas defensas.

Con este escenario, damos cuenta de la aprobación del llamado “Plan B” de la reforma electoral que propuso el Ejecutivo del Estado, esa reforma, en mi opinión, resulta ser un golpe más de regresión constitucional en la vida política de México y, ¿por qué digo que es un golpe de regresión constitucional? Bueno, el primer término me parece que hay que subrayar como la mayoría legislativa se somete al ego y los caprichos del dictador, ni la Cámara de Diputados ni la Cámara de Senadores son capaces de decirle “No” al Presidente de la República, prácticamente están ahí, como él bien lo ha señalado en diversas ocasiones, para no moverle ni una coma a sus iniciativas. Ayer en el Senado vimos si hubo que mover comas en la iniciativa, pero por lo aberrante de las propuestas constitucionales y legales que contiene esa iniciativa de reforma electoral y que deberá ser revisada, ahora, los cambios que se propusieron en el Senado por una Cámara de Diputados que vuelve a ser, como ya dije, sometida al ego y caprichos del dictador.

Habrá que ver si la Cámara de Diputados asume como válidos esos cambios, pero se quedan en el tintero muchos otros que manifiestan evidentes inconstitucionales, que por la premura del tiempo en este espacio, no podemos entrar a analizar a fondo, pero que han sido señaladas por expertos en esta materia.

Pasará entonces este tema a ser conocido y revisado por el Poder Judicial Federal, pues a mí me parece que encontramos una institución sumisa que difícilmente va a oponerse a esta destrucción institucional, y que como siempre, la mayoría de los ministros, magistrados y muchos de los jueces tendrán, que sufrir los ataques del Presidente de la República para poder plegarse a la voluntad del Ejecutivo en esta materia de reforma electoral, pero también, a nosotros los mexicanos, los ciudadanos, nos debería preocupar que estas opciones legislativas y constitucionales pasen, prácticamente, sin ser discutidas, sin ser analizadas a fondo y simplemente se toma el proyecto como viene del Ejecutivo, y se hace seguir el proceso legislativo sin llevar a cabo el acto de deliberación propio que corresponde al Poder Legislativo, es decir, no estamos viendo más que este sometimiento del Legislativo a la voluntad del poder Ejecutivo, pero se encuentra también, en un escenario, decía yo, complicado de incertidumbre y de cambios en nuestro país, se encuentra una oposición dividida y cuestionada; seguimos viendo en el PRI la dirigencia de Alejandro Moreno, un líder súper cuestionado que debería ser ya depuesto por sus propios correligionarios, pero ahí sigue, pues ¿qué puede encabezar Alejandro Moreno con una lucha por la democracia en México? Me parece que muy poco, y creo que eso hace que tampoco la ciudadanía tengamos confianza en esta oposición dividida y cuestionada.

Pero, también nosotros tenemos la parte de culpa de lo que está sucediendo, somos una ciudadanía acrítica, y que estamos unidos en la búsqueda de nuestra satisfacción, de nuestros propios intereses y se nos olvida el interés superior de México, la importancia que tiene para la vida institucional la democracia y la importancia que tiene para nosotros una calidad de ciudadanía, activa, participativa, responsable y que tuviese el valor de enfrentarse a las decisiones equivocadas de los propios órganos de poder.

Este es el escenario triste que presenta México, pareciera haber una leve esperanza, por un lado, que el Poder Judicial reaccionará y dejara de ser sumiso al Presidente de la República, y de una vez por todas, poner un alto a una reforma inconstitucional e ilegal, como la propuesta en la reforma electoral. Esa esperanza es muy leve y francamente, muchos pensamos que no se va a dar, tenemos una segunda oportunidad, que serán las elecciones del próximo 2024, en donde los ciudadanos deberemos demostrar la auténtica preocupación por México, por su vida democrática y por sus instituciones.

Ojalá tengamos este plazo que nos queda de prácticamente año y medio, para ir pensando lo que realmente le convendrá a México en el 2024.

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