La catástrofe educativa que dejará Morena y su líder

Confundidos entre el golpe de estado al Poder Judicial, la crisis de la inseguridad, la violencia y de las finanzas públicas que dejará López Obrador, la profunda corrupción en Segalmex y la quiebra técnica de Pemex o de la CFE, no hemos puesto suficiente atención el escandaloso desastre que han supuesto estos años para la educación de los niños, y esto es algo sobre lo que debemos volver una y otra vez.
Durante el gobierno de Morena, el desempeño de los niños ha empeorado dramáticamente y déjeme darle dos evidencias. En septiembre de 2023, MEJOREDU, una dependencia de la SEP, presentó su Evaluación Diagnóstica para Educación Básica que confirma que en lectura, matemáticas y formación cívica y ética, los alumnos mexicanos desde 2º  de primaria hasta 3º  de secundaria aciertan en las pruebas solo un 44% de los reactivos. Es decir, están reprobados. Y en parte como consecuencia de ello, los resultados en Aguascalientes son malos; en matemáticas, por ejemplo, esos mismos niños apenas aciertan el 40% de los reactivos. Y 6 de cada 10 niños en edad de recibir educación inicial no tienen acceso a ella.

La otra evidencia es la prueba internacional llamada PISA. Con López Obrador era previsible esperar malos resultados, pero resultaron peores. En México, el 34% de los estudiantes alcanzó el nivel mínimo de competencia en matemáticas, significativamente menor al promedio de los países de la OCDE que es de 69%. En lectura, alrededor del 53% de nuestros estudiantes alcanzaron ese nivel frente a un 74% promedio de la OCDE y en ciencias pasó lo mismo: en torno al 49% de los estudiantes mexicanos alcanzaron el nivel mínimo mientras que el promedio internacional fue de 76%. Peor, imposible. Ese es el balance y hay que explicarlo.
Empecemos por el contexto. El primer titular de la SEP, un señor Moctezuma, se inventó un engendro llamado “nueva escuela mexicana”, que jamás fue lo uno ni lo otro, aduciendo que ésta era para contraponerse al “neoliberalismo consumista, utilitario” y toda esa jerga setentera. Así lo dijo. De esa irresponsabilidad conceptual y pedagógica surgieron, entre otras cosas, los nuevos libros de texto, que serán un fracaso académico, técnico e histórico en toda regla que dañará a los niños y escuelas que los usen. 
En segundo lugar, el 31% de los estudiantes en México estaban en escuelas cuyo director informó que la capacidad de la propia escuela para brindar instrucción se ve obstaculizada por la falta de personal docente y el 18% porque el personal docente es “inadecuado o está mal calificado”. Allí tenemos un problema muy serio que es la mala selección y reclutamiento de maestros.
Y finalmente, las escuelas en el país están en mal estado o en muy mal estado. Hoy existen 56 mil 109 escuelas en todo el país que no tienen agua y 26 mil 463 que no tienen luz.
Si no asumimos de manera muy seria la gravedad de la situación educativa actual y de no mitigarse ahora y empezar a revertirla, será una catástrofe con un impacto muy negativo y doloroso en el abandono escolar y la pobreza de aprendizajes de esos niños que estarán condenados a tener menos oportunidades a lo largo de su vida, y padecerán, y con ellos la sociedad en su conjunto, otros efectos en inseguridad, delincuencia, desintegración familiar, pobreza, en suma, desigualdad y exclusión.
En este campo como en otros, el de López Obrador ha sido, sin duda, el peor gobierno que México haya visto en más de cuatro décadas.

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