La función política de la mentira moderna
En la tradición cultural mexicana siempre ha sido un límite en nuestra educación el no mentir, desde siempre se nos ha dicho que tenemos que tener mucho cuidado con aquellas actitudes que llevan al engaño, a la falsedad o simplemente a la mentira en nuestras actitudes.
Esta falsedad deliberada, la impostura, la mentira benevolente o piadosa, la invención de estratagemas, los secretos de Estado, la diplomacia, etcétera, han sido siempre condenadas en nuestra comunidad; sin embargo, pareciera ser que la función política de la mentira moderna está presente en casi todos los contextos.
Hay un texto muy interesante escrito por Alexandre Koyré, que justamente nos dice que nunca se ha mentido tanto como ahora, y no se ha mentido de una manera tan descarada, sistemática y constante. Esta opinión de Koyré se reproduce o se enfatiza por la importancia que tiene el fenómeno de mentir en sociedades y en gobiernos como el que actualmente rige los vecinos de México, tenemos también en nuestro caso, una consultora, SPIN Internacional, que justamente mide las medias verdades, falsedades o mentiras deliberadas del presidente de la República en sus mañaneras, y se ha demostrado que el presidente acumula más de 110 mil mentiras a lo largo de esta administración. Es sin duda, una desproporción lo que se hace con rumores, con escándalos, con prácticas de engaño, que trata de manipular la opinión de la sociedad sobre diversos temas, todo esto viene a colación porque creo que los mexicanos no deberíamos dejarnos engañar por estas mentiras constantes que se producen en la mañanera.
Hemos visto claramente como se sostiene que en México tenemos territorios que no están controlados por grupos de la delincuencia organizada, cuando todos los ciudadanos sabemos que hay zonas del país en las que se recomienda por todos los medios, que no se viajen a ciertas horas del día, fundamentalmente en las noches, o ahora, como acaba de ocurrir con este incidente en San Luis Potosí, en donde prácticamente desaparecen de repente 29-30 personas que son afectadas por estos controles que tiene la delincuencia organizada en ciertos territorios, conocemos perfectamente lo que sucede en la zona norte de Zacatecas, hacia Fresnillo, y sabemos que no debemos circular.
Entonces, resulta realmente contradictorio que desde el Gobierno se nos diga que no hay territorios controlados por grupos de la delincuencia organizada cuando todos sabemos que existen. Igualmente, se nos dice que se avanza en las políticas migratorias, y tuvimos la semana pasada el incidente de este centro de detención o estación migratoria en donde fallecen, ya ahora, 40 personas, 39 en el momento y una más en el hospital, y que resulta que los únicos culpables son los vigilantes, no hay ninguna cabeza, ninguna dirección, nadie que dirija esas políticas, ni el delegado del Instituto Nacional de Migraciones, ni el delegado en Chihuahua, ni el director del Instituto Nacional de Migración a nivel nacional, pareciera que para ellos existe la protección deliberada del Estado frente a una realidad muy cruda, de una violación constante de derechos humanos en esos centros de detención migratorios, y ahí tenemos otra mentira constante, se nos hace ver la política migratoria como algo que va en desarrollo y trata a las personas con justicia.
Otra mentira adicional, la encontramos cuando se sostiene desde la presidencia de la República, que se combate efectivamente la corrupción, y ahí tenemos el caso de SEGALMEX, de esta empresa de seguridad alimentaría mexicana, cuya defraudación o cuyo fraude ya alcanza montos que doblan a la estafa maestra, casi 15 mil millones de pesos frente a los 8 millones de la estafa maestra, y donde también los culpables son puras personas de segundo, tercer nivel, y las cabezas no tienen que ver, existe otra vez esta protección deliberada a los que dirigen estos tipos de organismos para protegerlos de la posible acción de la justicia. Ah, pero eso sí, hay que satanizar a todo aquel que se oponga a los vecinos o a las opiniones del presidente de la República y hay que denotarlos públicamente a través de los medios de comunicación, que en este sentido son cómplices de engañar a las audiencias al tratar de dejar que estos intereses de partido o de grupo sean favorecidos en la información y no permitiendo la claridad y la objetividad de las respectivas notas.
En fin, creo que este libro de Alexander Koydé, de la función política de la mentira moderna, es un libro que deberíamos leer y entender, los mexicanos que estamos viviendo justamente en una función política llena de mentiras y falsedades. Ojalá, podamos aclarar las cosas de manera objetiva.
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