La tecnología no es la respuesta

Como lo he comentado en este espacio, desde que las nuevas tecnologías digitales irrumpieron masivamente en muy distintos campos, los gobiernos en muchos países han intentado mejorar sus sistemas educativos, partiendo de la hipótesis de que distribuir masivamente computadoras y otros dispositivos a los alumnos, equivale automáticamente a elevar la calidad o mejorar los logros de aprendizaje, eso sencillamente no es cierto y la evidencia internacional lo ha demostrado hasta la saciedad. 

La tecnología por sí sola no cierra la brecha entre estudiantes sobresalientes y estudiantes con malos resultados, sino que está más bien relacionada con el diseño de las intervenciones tecnológicas, los planes y programas de estudio, la calidad de los recursos didácticos, las competencias digitales de los docentes, la distribución desigual de habilidades académicas de los estudiantes, y por supuesto, la aptitud de las autoridades.

Recientemente la UNESCO ha confirmado que no hay pruebas adecuadas, sólidas e imparciales que demuestren el impacto positivo real de la tecnología en la educación, o que la clave no es introducir tecnología de dudosa calidad, sino alcanzar logros de aprendizaje altos. En Perú, por ejemplo, se distribuyó un millón de dispositivos sin incorporar la pedagogía y el aprendizaje, por supuesto, no mejoró. En los Estados Unidos, una encuesta entre docentes y alumnos de 17 estados americanos mostró que sólo el 11% había probado y evaluado la eficacia de programas, plataformas y equipos antes de repartirlos en las escuelas. Pues bien, esta mañana quisiera compartir, además, nuevos hallazgos encontrados por la Dra. Inger Enkvist, una profesora emérita de la Universidad de Lund, en Suecia, y divulgados hace un par de meses. Dice la profesora Enkvist que cuando se introduzca introdujeron las computadoras en las aulas, se dijo que mejoraría el aprendizaje porque sería de manera más eficaz, ha habido bastante investigación, pero hasta ahora se ha visto que el aprendizaje depende más bien de otros factores, nos cuenta que en Suecia, después de años de políticas de digitalización en la educación, no se notan mejoras, sino que incluso han bajado los resultados, por ejemplo, entre los estudiantes que reciben poco estímulo en su casa, por eso se han modificado los planes de estudios y se ha reducido drásticamente el tiempo que los niños pequeños pasan frente a la pantalla, de hecho, el gobierno sueco ha reservado dinero para que las escuelas compren más libros en lugar de más computadoras.

Está experta, explica además, que para el alumno tener la computadora encendida es una distracción, contribuye a que el estudiante se concentre peor, y si se la lleva a casa, se usa para todo videojuegos, chats prestarlas a los hermanos, y otras cosas menos para aprender, además el alumno recuerda menos lo leído en la pantalla, lo que parece estar conectado con la forma, cómo funciona la memoria y el cerebro, así de simple.

Para entender por qué es una trampa suponer que no hace falta aprender tanto ahora que tenemos computadoras, podemos fijarnos en la manera como pensamos, cuando se nos ocurre una idea, se trata de una combinación de una observación y de lo que nos viene a la mente, ese pensamiento utiliza el conocimiento previamente almacenado en nuestro cerebro, y por eso, es diferente para cada uno de nosotros, en otras palabras, como dice esta profesora sueca, un efecto inesperado de las computadoras puede ser que llevará a tener menos conocimiento en nuestro cerebro y un pensamiento mucho menos complejo.

Lo único cierto, y hay ejemplos en todo el mundo, es que esa moda política de querer sustituir educación por tecnología sin ton ni son no, es sino una cierta colusión entre gestores educativos y empresas que la fabrican, y nunca se ha podido mostrar que el aprendizaje solamente con dispositivos sean más eficaces. La buena enseñanza es muy simple, sigue siendo el producto de un buen profesor, un aula tranquila, un buen currículo, unos exámenes adecuados y el esfuerzo del estudiante, si están todos estos factores, las computadoras pueden apoyar un resultado ya positivo, si no están reunidos los factores positivos necesarios, las computadoras no son la respuesta.

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