Las deficiencias en el sistema de seguridad social

Lamentablemente, la muerte de la niña Aitana en Playa del Carmen en un hospital del Seguro Social que sufrió la caída de un elevador, pone en evidencia las múltiples deficiencias del sistema de seguridad social en nuestro país; primero por tratarse de un fallecimiento, al parecer por un mal mantenimiento de esas instalaciones de este elevador; segundo, que empieza a salir a la luz en la empresa encargada de ese mantenimiento, es una empresa que se constituyó en el 2018, es decir, a la entrada de la presente administración y que a partir de entonces se hizo cargo del mantenimiento de este elevador, aunque su rama realmente se trataba de servicios a zona residenciales en Playa del Carmen, es decir, seguramente estamos viendo la punta del iceberg de un acto de corrupción que trae como consecuencia el lamentable deceso de la niña haitiana. Pero también esa ese evento pone otra vez en tela de juicio el sistema de salud en México.

Recordemos que en 2019 se decretó la desaparición del Seguro Popular para crear lo que se denominó el Instituto de Salud para el Bienestar, en teoría funcionó hasta el 2022, cuando precisamente por la falta de funcionamiento y los nuevos los problemas cotidianos en el manejo del INSABI tuvo que desaparecer para dar cabida a un nuevo modelo que conocemos ahora como en bienestar, es decir, en 5 años de la administración del presidente López Obrador los indicadores reflejan que no hay una política clara, que la política es errática y aún no encontramos una solución adecuada para la cobertura de salud para todos los mexicanos.

Coronal reportó en el 2020 de, aproximadamente, cerca de 17 millones de mexicanos perdieron el acceso y calidad de los servicios de salud por el paso, justamente del Seguro Popular al INSABI, es decir, se quedaron fuera de la cobertura de Servicio de Salud esas personas y estamos a espera de los datos más recientes, más o menos a la altura de este año 2023 nos estamos aproximando a casi 40 millones de mexicanos, prácticamente el 30% que no tienen cobertura de salud en el país por estas políticas erráticas a las que hay que agregar, así como la falta de recursos para el mantenimiento, la escasez, del personal médico, la sobreexplotación de los médicos especialistas a través de una agenda de citas saturada y por supuesto otro de los más graves problemas, el desabasto de medicamentos que ha sido también una constante, en el país y que algunos colectivos han reforzado que se traduce, en aproximadamente de 49 millones de recetas en las principales instituciones de seguridad social, no se estén surtiendo, un promedio de 16-17 millones de recetas triales que no se surten que se ha venido incrementando de manera muy importante en esta administración.

Esta falta de medicamentos trae como consecuencia que algunos especializados no se encuentren en las farmacias, en las instituciones públicas y los mexicanos que acuden a esas instituciones tengan que buscar otras fuentes de surgimiento de los medicamentos para poder atender sus respectivas necesidades.

En general, se dice también esta política de austeridad, ha aumentado el gasto del bolsillo de los mexicanos con la consecuente reducción del ingreso de los mexicanos para atender algunas otras medidas.

Parece ser que esta política de salud es una más de las políticas fracasadas en esta administración y seguramente lo que podemos escuchar como argumento para lo que está sucediendo es que es una herencia del pasado y que los conservadores crearon este sistema cuando en realidad las medidas que fueron retroactivas en materia de salud se iniciaron. Vemos en el caso de Playa del Carmen en el 2018 con la creación de una empresa no especializada, la cual se le dan contratos de mantenimiento de hospitales, vemos también la política de creación del Instituto de Salud para el Bienestar, política fallida y las políticas que se tomaron en materia de abasto de medicamentos a través de figuras distintas.

Creo que el problema sigue siendo para los mexicanos poder encontrar los elementos necesarios para tener una cobertura universal del servicio de salud, es decir, una cobertura que, independientemente de la fuente de ingreso que pueda tener el mexicano, le permita acceder plenamente a servicios de salud con calidad, con calidez, con continuidad y con condiciones de mantenimiento adecuadas para la prestación de los servicios correspondientes.

Estamos en un proceso en el que empezaremos a escuchar propuestas, ojalá también escuchemos propuestas para la mejora del acceso universal de salud de todos los mexicanos que superen estas políticas erráticas.

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