Las mujeres en México estamos haciendo historia

Días como hoy, mujeres de todo el mundo, sin importar su raza, cultura o religión, nos unimos para recordar a quienes nos precedieron en la lucha y honramos su memoria redoblando esfuerzos por visibilizar las brechas de desigualdad aún pendientes de superar.

Cada 8 de marzo recordamos a las 129 mártires de la fábrica "Textilera Cotton" de Nueva York que, en 1857, protagonizaron una huelga para exigir mejores condiciones laborales e igualdad salarial. Sus empleadores, lejos de escuchar sus justas demandas, les prendieron fuego, consumieron sus cuerpos, pero esas llamas alumbran, desde entonces, el sendero por el que transitamos las mujeres para alcanzar la igualdad.

La lucha en nuestro país no ha sido fácil, pero si algo caracteriza al presidente de México, el Lic. Andrés Manuel López Obrador, es reconocer las condiciones de desigualdad y priorizar su atención. Por ello, de manera consciente y responsable, estableció en el Plan Nacional de Desarrollo como ejes centrales el bienestar, la justicia y el desarrollo económico, y como ejes transversales la igualdad de género, la no discriminación e inclusión. Por ello constituyó un gabinete paritario e implantó una política salarial que no solo ha recuperado el poder adquisitivo de las familias, sino que ha reducido la brecha salarial entre hombres y mujeres en un 20%. Hoy podemos referir con orgullo que contamos con un máximo histórico de mujeres participando en política y en el mercado laboral, sobre todo en áreas que antes eran reservadas exclusivamente a los varones.

La educación es la clave de la transformación, por ello promovemos una educación inclusiva, crítica y liberadora, que se opone a la visión androcéntrica que promueve la docilidad de las mujeres, por ello implementamos La Nueva Escuela Mexicana basada en el humanismo porque el bienestar, la dignidad y felicidad de la nación entera es la razón de ser de la Cuarta Transformación.

Las mujeres en México estamos haciendo historia, pasamos de la servidumbre voluntaria a la rebelión consciente, de la impotencia aprendida a la capacidad creadora, de la dependencia vital a la autosuficiencia; domesticamos nuestros miedos y sepultamos la mansedumbre para elevarnos, rompimos los techos de cristal y hoy contamos, como nunca antes en la historia de México, con 9 gobernadoras y ha surgido el liderazgo femenino que esperábamos porque hoy, la posibilidad de que una mujer ocupe la presidencia de la República es un sueño hecho realidad.

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