Los símbolos del Informe

Posiblemente, usted lo pasó desapercibido, pero el día de ayer, primero de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó su quinto Informe de Gobierno. Este evento es marcado como una obligación constitucional, que debería ser un ejercicio de rendición de cuentas e informe a la nación sobre los avances de la administración y conducción del país.

En la historia moderna de México, los Informes son símbolos, símbolos políticos y en este no fue la excepción, vemos por qué: un presidente que llega de mezclilla, con una guayabera, a diferencia de la solemnidad de las anteriores administraciones, con una estricta etiqueta; otro símbolo de este informe fue hacerlo por primera vez, fuera de la CDMX, en el sur, en Campeche, infiero para mandar un particular mensaje, y es la deuda que se tiene con el sur de México, que aun con la dimensión del aporte petróleo de dicho Estado al país, no se ve reflejado en su desarrollo, él mismo lo dijo, “lo injusto de la reciprocidad, pues no se ve reflejado en las comunidades del Estado”. En otro sentido, también es simbólica su actitud, ya que se veía relajado, contento, como si rindiera buenas cuentas, a diferencia de otras gestiones donde se ven tensos, cansados, estresados por iniciar el último año del mandato con un proceso electoral que los sustituirá.

Otro símbolo es que no menciona ni partidos, ni aspirantes opositores, probablemente para no entrar ni en polémicas, ni estridencias que se presten a la nota. Pero sí menciona su inconformidad con el Poder Judicial y remarca la confrontación que tiene contra dicho poder y deja entrever que seguirá la disputa entre ambos poderes.

Finalmente, sus logros los centra en tres mensajes: uno, hace énfasis en la esencia de su discurso resumido en el lema “por el bien de todos, primero los pobres” que lo sustenta, en los 5 millones de personas que los indicadores muestran que salieron de la pobreza; dos, en su combate a los privilegios, subrayando que no está en contra de quien tienen dinero, sino de quienes se benefician del poder; tres, remarca que están haciendo obras, las refinerías, el Tren Maya, el trasatlántico, pero principalmente donde no se hacían, en el olvidado sur.

Pero a todo ello, creo que es importante mencionar los grandes pendientes a 5 años, siendo que su añejo discurso despertó expectativas de grandes mejores, pero hoy desde mi opinión sigue quedando a deber en: uno, la seguridad, ya que hay zonas del país que viven en un caos, están a merced del crimen y que ni la Guardia Nacional, ni el Ejército han podido combatir con abrazos; la salud por su deficiencia en la atención y la escasez de las medicinas; la educación y ciencia por las reducciones presupuestales y los embates desde el gobierno a estos sectores; todo aderezado a una falta de autocrítica.

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