Más internet, pero desigual
La gente de 40 años o más seguramente recordará los tiempos en que accedíamos a internet mediante conexiones telefónicas. Aquel sonido tan peculiar XXXXXXXXXXXXXX era casi un ritual. Las páginas tardaban mucho en cargar, pero nos parecía natural. La mayor parte de lo que veíamos era texto, por supuesto, o unas feas animaciones hechas en Flash. Eran tiempos en que, como señala Edgar Gómez Cruz en Tecnologías Vitales, había que “entrar” a internet. Ahora no entramos, sino que estamos permanentemente en conexión. Tenemos dispositivos mucho más sofisticados, conexiones mucho más rápidas y un torrente de información que fluye todo el tiempo. El escenario es muy diferente, sigue y seguirá cambiando y nos trae otros retos.
Traigo esto a cuento a propósito del Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, el 17 de mayo pasado. Los datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones dicen que el 67% de la población mundial tiene acceso a internet. Sin embargo, hay diferencias, mientras en Europa el 90% de su población está conectada, en África apenas alcanzan el 37% y, si vemos las especificidades por países y por regiones, encontraremos más disparidades.
Hay otras brechas: tienen más acceso los hombres que las mujeres, más la gente joven que otras generaciones, más la población urbana que la rural. Y, si lo pensamos de modo interseccional, encontramos que estas desigualdades se concentran. Por ejemplo, las diferencias en el acceso entre hombres y mujeres son más fuertes en África y los Estados Árabes. En África, ya de por sí, el acceso es más bajo; mientras que, en los Estados Árabes es alto, pero desigual. Imaginemos entonces qué acceso puede tener una mujer de más de 60 años en una zona rural de un país de baja penetración de internet, como Eritrea. O más cerca, una mujer de más de 60 años en una zona rural del norte de Zacatecas.
El acceso no lo es todo, pero sin él nada de lo demás existe. Cada año, el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información es dedicado a un tema. El de este año fue innovación digital para el desarrollo sustentable y tiene como orientación usar el poder de la tecnología para el bien y la colaboración. Hasta ahí todo bien, pero casi siempre la idea de innovación para el desarrollo se asocia solamente con rentabilidad, porque, claro, la transformación digital es conveniente para los negocios. Pero las sociedades no son sólo eso, las personas deberían tener acceso más allá del interés económico, simplemente por un asunto de justicia.
Más allá del acceso, los gobiernos y los organismos internacionales deben tomar en serio la alfabetización digital y/o alfabetización mediática informacional para toda la población, así como la seguridad digital, especialmente ante los desafíos de la inteligencia artificial, las lógicas algorítmicas y la gestión de los datos. Si bien hay colectivas activistas, organizaciones de la sociedad civil y universidades que tienen mucho trabajo en esta línea, no siempre cuentan con recursos y no siempre encuentran interés en los gobiernos.
Como decía al principio, ya no escuchamos aquel peculiar sonido para conectarnos a internet. Hoy muchas cosas son más fáciles, pero también hay otros desafíos que debemos reconocer y atender.
Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión.
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