Para uno que madruga hay otro que no se duerme

En la inevitable competencia global que nunca descansa, la lucha por la excelencia continúa al frente. Una excelencia que nos obliga a nosotros, nuestras empresas y nuestros gobiernos a ser mejores que los demás, ¡no hay momento para parar!

¡Allá vamos! Las empresas en esta carrera no solo debemos mantener el paso, sino acelerar. La diferenciación por calidad e innovación es crucial. ¿Quién tomará la delantera? Ahora que, además, se incorporan variables como la inteligencia artificial, el big data y la biotecnología, debemos adaptarnos rápidamente a los cambios tecnológicos mientras seguimos atendiendo a nuestros clientes, pagando nóminas y buscando proveedores. Pero entendemos que, si no lo hacemos, ya hay alguien esperando para tomar nuestro lugar en este libre mercado.

¡Atención al giro! Los gobiernos también están en esta pista. Competir por inversiones, talento y reconocimiento no es tarea fácil. Satisfacer a ciudadanos cada vez más exigentes, a chairos cada vez más acostumbradas a estirar la mano y a neoliberales deseosos de más y más, parece imposible. La excelencia parece lejana cuando aún no se ha resuelto lo básico: la salud universal, la seguridad en nuestras calles, la educación básica. Pero otros países no esperan; los vecinos rápidamente implementan leyes de cero tolerancia que les ayudan a combatir la delincuencia, adoptan bitcoins como moneda corriente y bajan impuestos para atraer inversiones, logrando así que aquellas millonarias inversiones que generan los empleos que todos necesitamos se dirijan a sus países. En México, corregir errores puede llevarnos 6, 12, 18 o hasta 70 años. Los ciudadanos debemos ser muy capaces de decidir el rumbo que debemos tomar.

Y es que mientras unos madrugan, otros simplemente no duermen, siempre listos, siempre alerta. La excelencia individual, empresarial o gubernamental es una carrera sin línea de meta, un compromiso con el progreso continuo. No podemos conformarnos ni permitir que nadie lo haga; siempre hay alguien más, algún nuevo desarrollo o cambio listo para alterar las reglas del juego.

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