Parche fiscal 2026
Hace unos días se presentó el Paquete Económico 2026, el documento rector de las finanzas públicas del país, y que concentra las proyecciones económicas, los ingresos esperados del gobierno y la distribución del gasto público.
Del presupuesto hay mucho que decir, desde las proyecciones de crecimiento económico optimistas (entre 1.8 y 2.8%), a pesar de la incertidumbre arancelaria, hasta la constante preocupación por el déficit presupuestario (4.1% del PIB). Para 2026, se estiman ingresos por 8.7 billones de pesos y gastos que ascienden a 10.1 billones de pesos, lo que supone una diferencia, de 1.4 billones de pesos.
La estrategia del gobierno federal para contener este déficit se centrará en su principal fuente de ingresos, los impuestos, que para el próximo año se estiman en 5.8 billones de pesos, con un incremento real del 6.3% respecto a 2025. Sin embargo, para lograrlo el paquete no contempla modificaciones en sus principales fuentes de recaudación, como son el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que recae en el consumidor final, y el Impuesto sobre la Renta (ISR), que grava el ingreso de personas y empresas, sino en ajustes menores a otros gravámenes.
De entrada, se habla de la aplicación de “impuestos saludables” que no son otro que el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), aquel que se aplica a bebidas azucaradas y tabaco. Estos gravámenes, que inicialmente se diseñaron con la intención de desincentivar el consumo de estos productos, han sido poco eficaces en su objetivo. Lo que sí han demostrado es ser un buen mecanismo de recaudación que para el próximo año se estima recaude 761.5 mil millones de pesos.
Otros incrementos importantes se dan los aranceles, o impuestos a la importación, de los cuales se espera una recaudación de 254.8 mil millones de pesos. Por su parte, los accesorios a los impuestos, que son los que se obtienen del incumplimiento de las obligaciones fiscales, se estima alcanzarán los 135.8 mil millones de pesos.
En general, la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación refleja un intento por sostener el equilibrio de las finanzas públicas del país, pero sin avanzar hacia la indispensable reforma fiscal. Es muy probable que este paquete venga acompañado de presiones inflacionarias, derivadas tanto de los aranceles a las importaciones, como de los incrementos en los impuestos aplicados a productos como los refrescos y los cigarros. En suma, ante la ausencia de una reforma estructural, el Paquete Económico 2026 se presenta como un parche fiscal que, si bien nos permitirá cerrar el próximo año, no resuelve de fondo los retos de sostenibilidad y eficiencia de las finanzas públicas.
-
Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión.
Imagen
